CRÓNICA: MOONSPELL + BIZARRA LOCOMOTIVA + NORUNDA
MOONSPELL + BIZARRA LOCOMOTIVA + NORUNDA
4 – 11 – 17
Bilbao (Santana 27)
La gira estatal de Moonspell arrancaba coincidiendo con la luna llena, aunque los astros no se alinearían esta noche para brindar la calurosa acogida que la banda portuguesa merecería por trayectoria y por esa gran obra editada a la par que arrancaba esta gira. Para más coincidencias temporales fue el día 1 de Noviembre, apenas un par de días atrás, Día de Todos los Santos, cuando de conmemoró la efeméride de la que trata ese nuevo disco de título “1755”. Fue el año en el que se produjo un devastador terremoto en su Portugal natal que cambió la historia para siempre, hasta el punto de ser un hecho que se estudia en el país luso en los libros de texto y que ahora también ha quedado reflejado en un disco de Moonspell que, dicho sea de paso, mantiene a la banda en un muy buen estado de creatividad en la actualidad. Es una obra que ha cosechado muy buenas palabras, aunque el par de centenares de personas que nos dimos cita en una sala tan grande como Santana 27 no le hiciera justicia ni al disco ni a la banda.
Es verdad que coincidían muchos eventos en el día, pero si se me permite creo que nada igualable a la cita con un grupo tan relevante, que además no se ha dejado ver demasiado como cabeza de cartel por nuestros escenarios, acostumbrados a tocar a horas intempestivas en festivales, con un tiempo reducido, mientras que hoy anunciaban un espectáculo completo y un repertorio donde a la interpretación íntegra de su última obra se sumarían en la segunda parte del show un buen puñado de clásicos.
Además no venían solos. Lo pujantes Norunda desde tierras gallegas se encargarían de mostrar el buen material recogido en su debut “Irruption”, donde proponen un thrash metal elaborado, con composiciones muy redondas que, sin embargo, resultan lo suficientemente crudas. Así que son temas que no dejan de ser adecuados para el directo, aunque pasaran un tanto desapercibidos a primera hora de la tarde con un público aún escaso y tímido.
La banda se formó en 2016, sin embargo se muestran como músicos curtidos y experimentados, capitaneados por Ruben Cuerdo desde el micro y la guitarra, sin perder la actitud de una banda clásica en el estilo, aunque intentando aportar su pequeño granito de arena. Temas como “Face To Face” o un sensacional, para mí lo mejor de su directo, “Infoxication”, dieron muestra del buen hacer de la banda, sonando muy fieles a lo que han reflejado en estudio y, al igual que en ese caso, haciéndome echar en falta una voz con algo más de grosor, cuerpo y garra. Sin embargo, cuentan con buenos temas, dejan traslucir unos mensajes interesantes en sus textos en inglés y son una banda a tener muy en cuenta en el futuro.
Aunque esta sea una gira que pueda dar a conocer a muchos a Bizarra Locomotiva, lo cierto es que su trayectoria viene de mucho tiempo atrás, siendo un tanto paralela a la de sus paisanos Moonspell, puesto que debutaban discográficamente al igual que ellos en 1994. Eso sí, poco que ver en estilo, ya que los segundos en aparecer hoy en las tablas de la sala Santana 27 practican un metal industrial que uno ya no sabe si calificar a estas alturas de futurista o tradicional. Futurista porque juega con sonidos electrónicos que siempre apuntan en esa dirección, pero tradicional porque siguen sonando a algunas de las bandas que ya eclosionaban en aquellos primeros noventa. Y ya ha llovido. Hasta hemos cambiado de siglo.
De hecho, solo había que ver la indumentaria de sus miembros para que la imagen nos recordara a las bandas que también han sido para ellos una influencia a nivel sonoro. Por ejemplo, el teclista parecía emular a Marilyn Manson, su guitarrista con esa máscara nos podía recordar a Slipknot y el cantante, músculos incluido y con el torso desnudo desde el inicio, nos trae inmediatamente a la cabeza a Till Lindemann de Rammstein, aunque con una indumentaria que parecía diseñada a base de bolsas de basura. El batería era el único que mostraba una imagen estándar y, curiosamente, carecían de bajista.
Los samplers son en su caso una base muy importante de su sonido, mezclando los sonidos de pista de baile con las bases metaleras. Así lo vive el vocalista Rui Sidónio, que necesita espacio para marcarse sus bailes a medio camino entre la visceralidad metalera y el ambiente de discoteca. De hecho, el escenario se le queda tan pequeño que la mayor parte del tiempo lo pasaría entre el respetable, con algún incondicional que se convirtió en coprotagonista en muchos momentos, mientras que el resto de los presentes disfrutaron de la fiesta montada por la banda, cuyo estilo podrá gustar más o menos, pero no se les puede negar el juego que dan en directo. Además su actuación contó en uno de los temas con la colaboración de Fernando Ribeiro de Moonspell, que se marcó un gran dueto con Rui Sidónio, anticipando así su presencia en el escenario. No le faltaron alicientes a la descarga de los portugueses para que la gente saliera satisfecha del espectáculo desplegado en vivo.
Precisamente el espectáculo visual también lo cuidarían muchísimo Moonspell, aprovechando todo el escenario para ellos con un decorado acorde para la ocasión y con un vocalista que saldría enmascarado, con un sombrero que emulaba la imagen de aquel año en que ocurrió el terremoto al que han dedicado su disco. Así se le vio durante la interpretación de “1755”, dando paso a la íntegra interpretación de la homónima obra.
La banda ejecutó perfectamente cada uno de los cortes, apoyándose en algunos elementos que realzaban el carácter sinfónico de algunos de esos temas. Aparte de eso, la banda tiene una capacidad de transmisión que se refleja en un vocalista entregado, hiriente en cada uno de sus gestos, acompañando la interpretación y dando dramatismo a “Tremor Dei”, “Desastre”, en castellano, “Abañao” o “Evento”, este consiguiendo que el público respondiera cuando el cantante permitía que el personal acabara el estribillo..
“1 De Novembro” y “Ruinas” continuaron por la tortuosa senda de aquella tragedia que marcó la historia de Portugal, llegando a nuevos momentos de teatralidad con Fernando portando una cruz que lanzaba una cruz de color rojo a modo de laser en “Todos Os Santos” y apareciendo con un candil bajo un manto espectral en “Lanterna Dos Afogados”, dando por finalizada con la outro de “En Nomo Do Medo” todo este ritualístico paseo por lo ocurrido aquel 1 de Noviembre de 1755 en Portugal, al cual Moonspell le han dedicado una obra magnífica, que mantuvo en vilo a los asistentes durante toda su interpretación.
Como bien prometieron la segunda parte del concierto iría destinada a los clásicos, algo que cumplió la banda con unas excelentes y variadas interpretaciones de sus primeros discos, como fue el caso de “Vampiria”, con el vocalista envuelto en una capa que extendía en cada estribillo. Luego llegaría todo un himno para sus seguidores como “Alma Matter”, con un ritmo casi militar que te hace sumarte al paso.
Cuando se marchaban del escenario presagiábamos que los clásicos no iban a satisfacer plenamente a sus fans, pero lo cierto es que regresaron aun con 5 canciones más, todas de sus primeros discos, como fueron “Opium”, “Awake” y el penetrante “Mephisto”.
El punto folk lo puso “Ataegina”, mostrando otra cara de una banda que intentó crear un punto festivo en este momento, aunque no pueden evitar r al lado más oscuro de su alma musical con la cual se han hecho reconocidos a nivel internacional, así que el final con “Full Moon Madness” sería una rúbrica mucho más característica. Unas señas de identidad de un grupo grande a nivel internacional, que hubiera merecido muchísima más expectación y asistencia en este paso por Bilbao. Los que lo vivieron podrán dar fe del excelente concierto que en entrega y ejecución nos brindaron los lusos.
Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)
