CRÓNICA: PARADISE LOST + PALLBEARER + SINISTRO

 

PARADISE LOST + PALLBEARER + SINISTRO

25 – 10 – 17

Bilbao (Santana 27)

 

 

Uno de los grupos claves en las sonoridades más oscuras del metal visitaba un miércoles a la noche, en una época plagada de conciertos, la capital vizcaína en una nueva gira Route Resurrection. Estos dos hechos (saturación de bolos y día entresemana) pueden explicar que tan solo llegáramos a unas 250 personas en la sala Santana 27 de Bilbao. También el hecho de que el grupo no ha pasado de esa consideración de culto que conlleva una selecta legión de seguidores necesariamente amantes de los sonidos más lúgubres. Por otro lado, es más fácil apuntarse a una fiesta que a un funeral, y esto que nos proponían los británicos junto a los portugueses Sinistro y los americanos Pallbearer se acercaba más en cuanto a sensaciones sonoras a esto último. La alegría había que dejarla en la puerta de la sala hoy, salvo que uno pueda entender que este mundo tan amplio de la cultura nos ofrece el sano goce de poder sumergirnos en los aspectos más tormentosos del alma. Y el público que se acercó a la sala sabía perfectamente lo que iba a encontrar con los que muchos consideran creadores del metal gótico.

SINISTRO
SINISTRO

Más incertidumbre generaban sus acompañantes de cartel, que resultaron ir en una línea completamente afín a la de los cabezas. Los primeros en salir fueron Sinistro, unos desconocidos para la mayoría, que presentarían su peculiar propuesta de personal doom. Una de esas bandas que según la escuchas no sabes muy bien si decir que es una maravilla o salir de allí corriendo. No es algo de sencilla digestión, pero sí tiene la capacidad en vivo de llamar la atención, de dejarte un tanto a cuadros, algo que ya es un mérito en ese mundo de la música donde se ha hecho de todo.

SINISTRO
SINISTRO
SINISTRO

La cadavérica figura de su vocalista Patricia Andrade preside el escenario en todo momento. Su papel es fundamental sobre el escenario, con movimientos espasmódicos de lo más imprevisibles e inenarrables, sabiendo encontrar el sentido a cada uno de los tramos de estas complejas y densas composiciones generadoras de depresivos ambientes a las que aparte de poner voz les da imagen e interpretación visual. Todo un tanto a favor del grupo para hacer de sus directos algo al menos merecedor de ser visto antes de levantar disparidad de opiniones, difícilmente la indiferencia.

SINISTRO
SINISTRO

Más oscuridad nos llegaba de la mano de Pallbearer, estos más melódicos y por ello asequibles al oído medio. Un joven grupo que con unas canciones así de trabajadas, detallistas y con la entrega que brindan en escena pueden ir haciéndose un hueco en el panorama internacional. No les falta calidad y sonidos como el que presta la sala Santana 27 de Bilbao les ayudaron a crear entre el personal la positiva sensación para ganar la atención de algún nuevo fan.

PALLBEARER
PALLBEARER

Su tenencia progresiva no es óbice para dejar de poseer un gran directo, con Brett Campbell cantando desde un lateral del escenario, con un espacio reducido para moverse, pero transmitiendo sentimiento en su forma de cantar y tocar la guitarra. Curiosa esta ubicación en el escenario por parte del cuarteto, con Joseph R. Rowland con el bajo ocupando el centro del escenario y un tanto más apartado al otro extremo Devin Holt en la otra guitarra. Les falta el impacto visual de los anteriores, pero lo suplen de sobra con su nivel musical y con su honesta manera de transpirar con su simple interpretación toda la agonía de sus melancólicas composiciones plagadas de destellos de nivel.

PALLBEARER
PALLBEARER

Tal vez en ese aspecto, y aunque parezca sacrilegio, deberían de tomar nota Paradise Lost. Los británicos nos han acostumbrado a actuaciones indolentes, donde cabe destacar la grandeza de sus composiciones, su gran estilo y clase, pero en las que cuesta encontrar un pequeño ápice de expresividad.

PALLBEARER
PALLBEARER

En este aspecto Aaron Aedy ofrece un pequeño contrapunto. Es de lejos el que vive la actuación de una manera mucho más clara, cantando incluso los temas junto a un Nick Holmes cuya figura sigue siendo el extremo opuesto a la felicidad. Bien es cierto que esto va acorde con el sonido y el estilo que ha sembrado la banda, pero no resulta del todo justo con su público que la mitad del concierto lo pasara agarrado al pie de micro, sin mayores gestos que el de una pequeña reverencia al final de cada tema. Educado, es verdad. Algunos doblajes de voces altas en el directo me chocaron bastante y no creo que dieran un gran resultado en vivo, pero se puede decir que a nivel de voz el cantante dio la talla en limpios y rasgados registros marca de la casa.

PALLBEARER
PALLBEARER

Que la banda sea de sonido oscuro tampoco debería significar que la luz fuera tan pobre con ellos, seguro que a petición suya, puesto que los anteriores grupos contaron con excelente iluminación. El caso es que si al vocalista se le veía entre penumbra, a Greg Mackintosh le pudimos reconocer la silueta con su mohicana y su pose particular. Algo que no impide el hecho de reconocer que el peso del sonido y estilo de la banda es suyo en gran parte. Y canciones para demostrar la categoría que atesoran como formación tienen de sobra como para ejecutar directos tan íntegros como este, aunque pequen de frialdad.

PARADISE LOST
PARADISE LOST

Dieron un buen repaso a algunas de ellas en este concierto para deleite de sus seguidores, incluidas algunas de “Medusa”, su última referencia, pero sin dejar de lado piezas de sus obras más emblemáticas. Así en cuanto al repertorio si no plena, porque siempre habrá quien eche de menos algo, se puede decir que sí hubo satisfacción entre los presentes.

PARADISE LOST
PARADISE LOST

“From The Gallows” abrió la descarga, pasando muy rápidamente a “Tragic Idol”, “The Enemy” y “Erased”, cuyo ritmo bailable levantó bastante al personal. Esta primera mitad sería menos intensa que la segunda, con temas excelentemente ejecutados pero sin la sensación de que se pusiera toda la carne en el asador, sobre todo por parte del vocalista. Es lo que percibí con “Gods Of Ancient”, “Enchantment” y “Medusa”, previo a un “An Eternity Of Lifes” con esas segundas voces de apoyo que no me convencieron en absoluto en directo.

PARADISE LOST
PARADISE LOST

Sin embargo, diría que una chispa se encendió en Nick Holmes durante “Faith Divide Us – Death Unites Us”, en el cual incluso colocó el micro de cara al público y por fin se deshizo por momentos del pie al que había estado aferrado hasta ese momento. Fue un antes y un después que nos hizo vivir un final de actuación mucho más cálido por parte de la banda. Porque el infierno será oscuro, pero no debe faltar ese calor de las llamas que pudimos notar con “Blood And Chaos” y “As I Die”, antes de uno de los temas más netamente doom como “Beneath Broken Earth” y anunciar despedida con “True Belief”, tema icónico del grupo, y nunca mejor dicho, para dejar a la gente con ganas de más.

PARADISE LOST
PARADISE LOST

Se hicieron de rogar los vítores de un público algo aletargado, no sin razón, pero de allí nadie se movió a la espera de que la banda regresara, algo que hizo con tres fantásticos momentos de esta descarga. “The Hope Insight” fue el primer bis, previo a un “The Longest Winter” donde la banda siguió defendiendo su última obra y donde (noticia) aprecié una leve sonrisa en Nick Holmes.

PARADISE LOST
PARADISE LOST

Se reservaron el clásico “The Last Time” para finalizar la actuación, esta vez sí con un vocalista más entregado, incluso reflejando en el rostro el gesto de quien está echando el resto a la hora de transmitir y dejar el pabellón bien alto. Aun no he podido decir con ellos en directo que en lo más alto cada vez que les he visto, pero su peso en la historia y el ser dueños de un sonido tan influyente no les quita el aura de grandeza que poseen. Eso les permite ciertas licencias porque, reconozcámoslo, a otros se les pediría mucha más entrega cuando suben a las tablas, independientemente del camuflaje oscuro y sobrio que se le quiera dar a una puesta en escena.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)