CRÍTICA: DRAGONFORCE – REACHING INTO INFINITY

 

DRAGONFORCE

(Reaching Into Infinity)

9/10

 

 

 

Mucho más que una banda de tipos que tocan muy rápido, Dragonforce es un espectacular grupo que debería estar creando escuela. Los que aun sigan viendo en ellos una simple banda de power metal no sé exactamente cómo entienden esta música. Una vez más los británicos conformados por músicos estelares de dispares latitudes facturan una obra intachable en cuanto a técnica y composición. Todos los temas tienen alicientes, son cambiantes e imprevisibles, técnicamente son impecables, tienen melodías de las que atrapan y canciones que llegan muy adentro. En definitiva, no le falta prácticamente nada al grupo. Además, son capaces de seguir evolucionando en un estilo que da para mucho más que tocar endiabladamente rápido, que lo siguen haciendo. Pero es que estas canciones tienen otro tipo de matices y, manteniendo la personalidad del grupo, no te tienen por qué sonar a algo ya escuchado.

Con la intro que da nombre a la obra nos adentramos en el melódico “Ashes Of The Dawn”, uniendo el nuevo disco de la banda con su legado anterior. “Judgement Day” sube las revoluciones, con un destacado sonido de batería que en otros discos tal vez les haya faltado. Supongo que el debutante Gee Anzalone habrá quedado contento de cómo suena su instrumento en una obra que tiene la pegada metalera necesaria. De hecho, la banda se puede mostrar algo más agresiva en temas como “Astral Empire”, brindándonos mayores elementos progresivos en “Curse Of Darkness” y contando con una elaborada balada de título “Silence” para no caer en ningún momento en la monotonía.

Y es que la obra se hace de lo más variada, siempre con las señas de identidad de una banda que sigue aportando ritmos trepidantes y ambientes, grandes duelos de guitarras al más puro estilo clásico, un teclado que no se queda en mero elemento ornamental, sino que se mide a los propios hachas de la formación y una voz melódica que en este trabajo demuestra saber tender hacia tesituras más agresivas y punzantes como las de un “War!” que es prácticamente thrash metal. Antes tenemos el himno “Midnight Madness”. Y la obra no tendrá desperdicio hasta el final con “Land Of Shattered Dreams” y, sobre todo con el progresivo “The Edge Of The World”, donde sorprenden con un tramo final extremo con voces agresivas. El último “Our Final Stand” es todo lo contrario, un tema prácticamente de hard rock melódico con la voz muy en primer plano, a veces casi a capela.

Cada tema tiene sus alicientes, es diferente del resto, y Dragonforce sigue distando mucho de ser una banda que simplemente te taladre el cerebro con ritmos a la velocidad de la luz. Aquí hay mucho más que eso. Hay composiciones enormes y una calidad tremenda para llevarlas al terreno que quieren, con preponderancia de las melodías, pero llegando en este disco a adquirir un tinte más cortante en voz y guitarras en algunos momentos, incluso alguna pincelada puntual extrema. Siguen expandiendo ese espectro, aportando más en cada disco, evolucionando mucho más de lo que algunos puedan entender en este estilo. Al menos yo no me canso de escucharlos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Top Artist Promotion (www.topartistpromotion.com)

Fecha de salida: 19 Mayo 2017