CRÍTICA: IN THOUSAND LAKES

IN THOUSAND LAKES

(Age Of Decay)

8´5/10

Pioneros de death melódico en los años 90 por tierras vizcaínas In Thousnad Lakes funcionó durante apenas tres años en la segunda mitad de dicha década, separándose en 1998. Ya dimos buena cuenta en nuestro medio de su regreso en 2013, con la constatación de nuevos temas en el EP “Martyrs Of Evolution”, un trabajo digno en el cual se mantenían de la vieja formación Jokin en la guitarra y Javi en la batería, reclutando como cantante a Jose y a un bajista sustituido posteriormente por el actual, Pintxo, e incorporando una segunda guitarra que en el disco ha corrido a cargo del compañero de este en Deathlirium, Igor.

Con esta formación de quinteto In Thousand Lakes nos ofrecen un segundo disco largo en su trayectoria de título “Age Of Decay”, cuyo nivel y calidad no hubiera presagiado con su anterior EP de regreso. Y no es que no me gustara, pero la entereza, el sonido tan abrumador, la composición y el gancho que tienen estos temas les lleva a rezumar un brillo infinitamente mayor, dejándonos un auténtico discazo en estos sonidos que aúna la agresividad y la melodía de una manera increíblemente armoniosa.

Además en esta obra la banda se abre a otras sonoridades. Por un lado se acercan más a estructuras del heavy metal clásico, sin rehusar crecer en ciertos aspectos progresivos. Aunque las constantes sean las voces guturales, en el plano instrumental podemos encontrar muchos más matices, mayor variedad y diversidad, a la cual el sonido de los Chromaticity Studios de Pedro J. Monje le saca mucho partido. El sonido me resulta mucho más limpio y actual, sin perder la raíz que como banda han venido teniendo.

Vamos, que cuando entran con “Death Train” notarás que la influencia sueca sigue presente, pero indagando en el disco podemos encontrar temas tan elaborados como “Blind Eyes” o “Ethereal”, que arranca como si el techo se fuera a venir abajo para terminar en una tesitura ralentizada, con múltiples cambios siempre dentro de una armonía que hace a las canciones comprensibles, no ejercicios vanos de virtuosismo. Eso hace que no pierdas el hilo de todo lo que aquí ofrecen, con alguna pincelada un poco más luminosa como “I Rise”, con uno de esos estribillos que se clavan y te levantan el ánimo.

Destacaría la obra de principio a fin, comenzando por la presentación, con una portada muy original que va acorde al apocalíptico título y a la demolición controlada que encontramos aquí dentro. Bien es cierto que se hace especial dentro de todo ello el homónimo tema, con las colaboraciones vocales de Alain Concepción y de Iñaki Lazkano (Coffeinne) que unen a la agresividad propia del death registros limpios con un espectacular resultado al que se une el solo de Pedro J. Monje.

El carpetazo a la obra lo pone el puñetazo sonoro “Walls (Scars)”, que busca un punto más agresivo, aunque perfectamente encuadrado en una obra cuidada al detalle dentro de una línea que consigue darles un punto más personal que en su anterior EP, con una chispa en los temas que a mi modo de ver aquellos no tenían, y con un sentimiento que se refleja mucho mejor en las melodías. Puede que resulten algo menos crudos, pero el sonido te arrastra como un alud, y dejan claro que pese a todo el tiempo transcurrido entre las dos etapas de la banda les queda tiempo para aportar mucho a este estilo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Xtreem Music

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