DREAM THEATER

29 – 04 – 17

Barakaldo, Bizkaia (Sala Cubec! – BEC)

 

Si ver a Dream Theater en vivo es ya un aliciente, más lo es cuando se promete la ejecución íntegra de una de sus grandes obras. Al menos para quien suscribe el “Images And Words” sigue siendo su obra clave, no solo por lo que suponía en aquellos primeros 90, con el grunge quitándole protagonismo al heavy metal y por la evolución que supuso a nivel musical de todo un estilo, sino porque como toda obra verdaderamente grande se ha hecho atemporal. Hoy puede resultar su escucha tan emocionante o más que entonces, así como recomendable el descubrimiento de la misma para aquel despistado que no lo haya hecho. Así mismo, es uno de esos discos que si te gusta el heavy metal deberías tener en tu discografía, aunque luego no te haya gustado hacia donde ha evolucionado la banda. Es uno de esos discos que te ayuda a conocer todo un estilo, que amplió las posibilidades del mismo y que supuso un paso al frente en su evolución, convirtiendo a los americanos en una nueva influencia para posteriores generaciones.

Como un lógico paso adelante con respecto al heavy metal más progresivo de grupos como Queensrÿche, en un momento donde parecía que el metal no iba a ofrecer nuevos alicientes ellos emergieron y se convirtieron en un referente con aquel segundo disco de su carrera. Posteriormente engrosarían su leyenda con grandes trabajos, aunque el paso del tiempo les creó un estigma de virtuosos ganado a pulso, pero que terminó por matar en algunos momentos de su carrera el sentimiento que aquel disco de 1992 poseía, creándoles una leyenda de banda fría que a mí jamás me ha parecido acertada. Solo tengo que recordar su concierto en el Anaitasuna de Pamplona de hace tres años para dar fe de ello. La última vez que les había visto en directo hasta hoy.

Esta vez se presentaron con un escenario bastante más modesto, sin pantallas que hubieran dado un resultado mucho más vistoso. No hubiera estado de más cuando se homenajea a un disco de título “Images And Words”, pero en este caso la imagen sería la de los propios músicos maravillando con su maestría y hablando como mejor saben hacerlo, con sus canciones. Tan solo con un telón de cuadros de fondo que ofrecía cierto juego con las luces del escenario sería lo que a nivel visual podríamos ver como añadido extra a la propia puesta en escena de la banda.

Ello presagiaba un show más sobrio, pero no por ello menos maravilloso por parte de una banda que en ejecución no es que roce la perfección, es que la alcanza de una manera pulcra. Además, el siempre mirado con lupa James LaBrie comenzó dando el nivel deseado en el primer acto, que se abrió con “The Dark Eternal Night”, ya con un solo de Petrucci al que considero que aparte de la técnica hay que destacarle el sentimiento que ofrece y un solo final de Jordan Rudess de lo más curioso con una especie de teclado digital. Sigue investigando sonidos un músico tan inquieto como este y que sigue siendo espectacular en directo. No hacía falta que se acercara como en este caso a las primeras filas para que pudiéramos ver cómo es capaz de mover sus dedos por las teclas. Su teclado, normalmente ladeado y sobre el cual no deja de dar vueltas lo permite perfectamente.

“The Bigger Picture” nos seguía anunciando que quedaba aún tiempo para disfrutar del ansiado momento de la noche, pero la verdad que este primer plato estaba resultando suculento. Para ello baste mencionar el siguiente instrumental “Hell´s Kitchen”, de nuevo con John Petrucci estelar, y un “The Gift Of Music” que sirvió para presentar su reciente nueva entrega “The Astonshing”.

Tras “Our New World”, donde LaBrie seguía manteniendo el tipo, llegó el solo de bajo de un siempre concentrado John Mayung. Menos expresivo que sus compañeros. Si no fuera por la curiosidad de que se presentó como una versión de Jaco Pastorius de “Portrait Of Traicy”, su solo no hubiera tenido más historia.

Pero este primer acto se cerró de manera muy brillante, con el oscuro “As I Am”, que demuestra que en un concierto de Dream Theater, como en todo concierto heavy, se puede hacer headbanging, más cuando en esta sala Cubec!, que no deja de ser el pabellón Bizkaia Arena del BEC reducido, no teníamos gradas para sentarnos simplemente a admirar lo que nos ofrecían los americanos. El guiño a “Enter Sandman” de Metallica contribuyó al momento. Tras ello, llegaría un “Breaking All Illusions” absolutamente remarcable. Colofón maravilloso a una primera parte que, como si de un partido de futbol se tratara, nos brindaba 15 minutos de descanso.

Tras ellos llegaba el momento que dotaba de especialidad a esta gira “Images, Words & Beyond”, con una intro de bienvenida de vuelta al año 1992 hicimos un viaje en el tiempo para recordar íntegramente y en idéntico orden aquel “Images And Words”, recibiendo con un estruendo los primeros acordes de “Pull Me Under”. Los brazos se levantaban en la sala Cubec! Como agradeciendo al cielo poder vivir este momento.

Hay que decir que si algo se pudo resentir en este tramo fue la voz de LaBrie. 25 años para unas cuerdas vocales son mucho tiempo y se deja notar.

“Another Day” continuaba con la representación de la obra, aunque con algunos pequeños añadidos, como el solo final de teclado de Rudess. Igualmente “Take The Time” contó con lucimiento por parte de John Petrucci. Nada que dejara de respetar la esencia de la interpretación íntegra del álbum, pero aportando pequeños detalles que nos sacaban de la interpretación más mecánica de estas canciones.

Lo que se salía de las líneas más fieles a las piezas originales, y no de forma voluntaria, era la voz de James LaBrie que no podía bordar la interpretación al mismo nivel que sus compañeros. Evidentemente la voz es el instrumento más exigente y en una banda de fueras de serie como esta se deja notar especialmente cuando no alcanza la perfección absoluta. En “Surrounded” no pudo redondear esas melodías, excediéndose en su detrimento en forzados agudos en momentos en los que el tema tal vez no lo pidiera, o al menos no a tenor de lo que en su día quedó plasmado en estudio.

Pienso que se volvió a entonar algo más el vocalista tras el descanso que se le dio en “Metropolis Pt. 1: The Miracle And The Sleeper”, con solo de batería, en medio de las virguerías de Petrucci, Myung y Rudess, del tremendo Mike Mangini, que intenta dar su show a nivel visual, aunque no creo que de la mente de los seguidores de Dream Theater se vaya jamás la figura de Mike Portnoy, con un carisma irremplazable. En cualquier caso, espectacular el actual batería de Dream Theater.

Dentro de la interpretación de “Images And Words” me quedo con la parte final, especialmente tras “Under A Glass Moon” con “Wait For Sleep”, que llegó precedido por un pequeño monólogo de James LaBire explicando las sensaciones de aquella grabación de hace 25 años, sus vivencias en la carretera y como rompió la banda con gira por Europa. Luego llegaría todo lo demás. La conversión en algo tan grande como lo que hoy teníamos delante, contra todo pronóstico para una banda progresiva. Tras esto el colofón sería “Learning To Live”, llegando al final del segundo acto en un suspiro. Nadie diría que habían pasado dos horas y media desde que puntualmente a las 20:00 Dream Theater irrumpieran en escena.

Pero aún quedaba el postre, que sería de lo más goloso. La interpretación íntegra de una pieza que precisamente se gestó en los mismos años que el “Images And Words”, aunque se editaría en 1995 con un EP donde junto a este tema de 23 minutos de duración se encontraban algunas versiones. “A Change Of Seasons” se interpretó a modo de bis, siendo una absoluta maravilla y todo un regalo para los oídos de los asistentes. Un extra muy especial dentro de una noche de por sí especial que aún dotaba de más valor a todo lo anterior. Un tema dividido en 7 partes donde la banda no se ahorró nada para deleite de los presentes, que una vez más salieron rendidos ante la calidad de estos galácticos del heavy  metal.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ