SKUNK D.F.

22 – 04 – 17

Santander (Black Bird)

 

 

Sigue la gira de presentación de “Pigmalión”, el nuevo trabajo de Skunk D.F. después de la celebración de sus 20 años de carrera. Un trabajo que mantiene a la banda en un excelente estado de forma, con una trayectoria que les hace acreedores a ser considerados unos clásicos. Tal vez sería así, con todos los honores, en otro tiempo; pero a la banda le ha tocado vivir tras su debut discográfico en 1999 años complicados para la valoración de la creatividad.

Si bien en un inicio se les encuadró en el entonces en boga nu-metal, no tardarían en demostrar que con ellos no iba eso de encasillarse en ningún estilo. Un arma de doble filo que les ha dejado en esa siempre complicada tierra de nadie, aunque no por ello resulte menos valorable su trayectoria, sino todo lo contrario.

Hoy en día  Skunk D.F. es un grupo con un sello genuino que sus fans saben valorar, arropando a la banda allá donde vaya, con una parte de gente que no duda en hacerse kilómetros para disfrutar de ese estilo y de la pasión tan especial que insuflan en sus canciones, siempre mucho más a flor de piel, como debe ser, en los directos. Este hecho es algo que recuerdo habitual en sus citas en la capital vizcaína, donde me sorprendía la cantidad de seguidores que llegaban de otros lugares para ver a una banda estatal que, al fin y al cabo, tarde o temprano caerá por tu zona. Curiosamente hoy fui yo el que me desplacé desde suelo vizcaíno para verles en la capital cántabra, puesto que en su presentación en Bilbao, con su nueva obra recién editada, me fue imposible verles. Creo que ese mínimo esfuerzo bien lo merece la banda y “Pigmalión”, un trabajo repleto de grandes canciones.

Como toda una carrera que les debe hacer complicado confeccionar un set list. Apuesto a que siempre hay alguna canción que se puede echar en falta por parte de cada uno de los asistentes. Algo así ocurriría, con anécdota incluida, al final del concierto, donde habría quién se permitiría hacer peticiones a la banda.

Y eso que el repertorio de 22 temas, más la intro de “Aléjate De Mí” resultaba del todo generoso, presentando su nueva obra, como no puede ser menos, siempre con rescates de sus trabajos pretéritos.

La bienvenida definitiva nos la brindaba “Salvaje”, con unos músicos a los que el sol de este despejado sábado primaveral había tostado en algún caso, ya que aprovecharon la visita al norte para grabar en determinados parajes de la costa cántabra el video-clip de “Samsara”. Este tema perteneciente también a su última obra caería en tercer lugar, precedido de un celebrado “Alicia”.

Pese a que la más reciente referencia se va rodando, se nota en la respuesta del público el poso que adquieren los temas con el tiempo. Es lo que le pasa a la buena música, con lo que seguro que el tiempo hará que algunos de estos nuevos temas sean recibidos de manera más entusiasta en un futuro. Y no digo con esto que no fueran bien recibidos, con la sala Black Bird acogiendo un gran ambiente de principio a fin en una fusión fantástica entre  grupo y seguidores.

Había quien ya pedía alguno de los clásicos más primigenios del grupo. Habría que esperar un poco, pero por el camino no estuvo demás disfrutar de “Carpe Diem”, que volvió a suponer una alternancia entre temas nuevos, como el siguiente “Terrorismo Emocional”.

“En Noches Como Esta” de una obra maestra como “El Crisol”, continuó con un aumento en la intensidad de la descarga, aportando tras “Cirkus” una de las canciones más pasionales y significativas de la banda como “Decreto Ley”. Momentazo difícil de superar con todo lo que aún quedaba por venir.

“Musa” volvió  a tirar de ese legado acumulado en el pasado por la banda,  al igual que “Supernova”; pero no dejarían muy lejos su nuevo “Pigmalión” con los encadenados “El Chico De Las Estrellas” y “Los Niños Siguen Perdidos”, a mi modo de ver este último de lo mejorcito de este trabajo.

“Lucha Interior” precedió al hiriente “Loto”, excelentemente escenificado por Germán, que con su forma de dejarse llevar en el escenario transmite a nivel visual mucho más allá de lo que expresa su personal registro.

“Mantis” y “Eternidad” nos acercaban al tramo final, no sin antes brindarnos un envolvente “Impermeable”. La paz previa a la tempestad que sería el agónico “El Cuarto Oscuro”, superviviente de su debut “Equilibrio”, mantiene a día de hoy todo ese sentimiento asfixiante desde que ese riff tan característico nos golpea. Tras ello llegaría otro gran clásico de la banda, aunque se editara ocho años después de aquel debut. Me refiero a “Himen”, tras el cual la banda abandonaba el escenario.

Regresarían entre aplausos de un público a los pies de los madrileños, para interpretar “En 5 Minutos”, defender aún su nueva obra con “Arde” y, tras un momento de titubeo sobre si aceptar la petición de una seguidora que se acercó al escenario, definitivamente cerrar esta gran actuación con “Anestesia”.

Sin saber cuál era la canción solicitada inmediatamente pensé que me faltaba “El Crisol”, un tema muy especial con unos arreglos de teclado que resulta dificultoso improvisar. Pero, si nos ponemos así, también puede sorprender que una obra tan reciente como “Perseidas” se quede sin, al menos, una representación, o que rescaten algo más de sus primeros discos…. Es lo que tiene haber firmado una colección de canciones tan variada como excelente, siempre con el sello personal que cautiva a sus seguidores.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)