CRÍTICA: KNIVES – SUPERIOREM STATUS SPIRITUALITATIS

 

KNIVES

(Superiorem Status Spiritualitatis)

8/10

 

 

 

Dolor, muerte, destrucción, caos, decadencia, negativismo… Pocas son las sensaciones positivas que se pueden venir a la mente tras escuchar estos devastadores 18 minutos que conforman el nuevo EP de los vizcaínos Knives, salvo una: tenemos un pedazo de banda de metal extremo en activo, con originalidad y ajena a patrones, que da un paso más en su consolidación con la edición de “Superiorem Status Spiritualitatis”.

Se trata de siete cortes donde esta banda conformada por músicos de experiencia en otras bandas no deja títere con cabeza, demostrando que en medio de un mundo en ruinas ellos se enfrentan al apocalipsis con un anárquico death n´ roll que ya nos maravillara en su anterior “The Blackest Noose”.

Diría que en este nuevo disco se han vuelto más concisos y directos. Decir asequibles en este estilo me resultaría irónico, pero… o bien su anterior disco moldeó mi oído o me resultan más comprensibles a una primera escucha. No en vano ya conocemos esas señas de agresividad rockanrolera como componentes indisolubles del ADN de una formación que en medio de todo esto deja un poso de intelectualidad y reflexión.

No me malinterpretéis, el disco no ofrece demasiado reposo a nivel sonoro, haciéndonos vivir unos instantes de intensidad que dan mucho más de sí de lo que la duración real del disco puede dar a entender. Ya sabemos que en esos momentos transcendentes el tiempo, siempre relativo, parece detenerse. Algo así ocurre en estos temas de adrenalina desbordada, pero dentro de la cual la banda nos quiere hacer dar alguna que otra vuelta a lo que todo esto significa. Ahí están los subtítulos que acompañan a cada tema, que afianzan con un toque literario el significado oculto detrás de algo tan visceral y a su vez tan espiritual.

La decodificación de todo ello, eso sí, corresponde a cada uno. A la capacidad de afrontar la avalancha de crudeza real que se nos viene encima sin mirar para otro lado como si eso nos fuera a salvar del aplastamiento. Prepárate, se fuerte y afróntalo. Es la única manera de sobrevivir, aunque tras ello solo quede un paraje desolador.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)