CRÓNICA: SAXON + GIRLSCHOOL + ´77
SAXON + GIRLSCHOOL + ´77
16 – 12 – 16
Bilbao (Santana 27)
El Battering Ram World Tour recalaba en Bilbao dentro de un ciclo de conciertos de presentación del próximo Rock Fest de Barcelona. Esperada visita siempre la de los británicos, pero más si cabe en una ocasión en la que habían anunciado la aparición de su famosa y clásica águila, algo que en sala llamaba poderosamente la atención y que hacía de esta visita de Saxon un tanto más especial por parte de una banda que se ha dejado ver en repetidas oportunidades por nuestros escenarios. En cualquier caso, con disco nuevo o sin él, con mayor o menor espectáculo, Saxon son de los grupos siempre apetecibles para los metalheads más fieles y puristas. De hecho, entre los comentarios previos al concierto había unanimidad. Estos nunca fallan.
´77 se encargarían de ocupar la vacante dejada por unos Motörhead que en un principio eran los que debían conformar un cartel netamente británico con sabor a NWOBHM. Evidentemente los catalanes ocuparían un lugar más modesto en el cartel que la banda del desaparecido Lemmy Kilmister, tocándoles abrir la noche con su enérgico y electrizante rock & roll.
El cuarteto catalán volvió a demostrar que son un disfrute de rock & roll garantizado sobre un escenario. Considero que incluso para los que les puedan pedir mayor originalidad son una banda incontestable sobre un escenario. Porque lo suyo es el rock de escuela acedeciana, sin tapujos ni complejos, aunque en su último “Nothing Gonna Stop Us” han continuado con ciertos matices que les hacen evolucionar en parte dentro de un sonido completamente tradicional, pero explosivo; sobre todo en directo.
Pese a la premura de tiempo que suele afectar a los teloneros, no se dejaron en el tintero el solo habitual de LG Valeta mezclándose entre el personal, ni faltaron temas propios tan adictivos como “High Decibels” o “We Want More Rock And Roll”, con un homenaje a Lemmy y Motörhead con “The Hammer”. La figura de Lemmy y su banda estaría presente de una u otra manera en cada una de las actuaciones.
Con todo ello volvieron a dejar esa sensación de poder sobre un escenario que parece meterse en el cuerpo de cada uno de los asistentes a los conciertos de la banda de los hermanos Valeta, provocando un electroshock con cada uno de sus riffs de guitarra, capaces de subir la adrenalina y las pulsaciones de quien de forma natural deja fluir la energía del rock & roll por sus venas.
De transmitir energía también saben mucho las Girlschool, una de las más míticas bandas exclusivamente integrada por mujeres en aquellos años 80. Si Vixen eran las elegantes hard rockeras del otro lado del charco, estas sacaban a relucir el instinto más macarra, no reservado exclusivamente a los hombres ni mucho menos, como bien demostraron ellas…y hoy siguen demostrando.
Porque su actuación precediendo a Saxon fue completamente destacable. No serán la banda técnicamente mejor dotada, pero siguen rockeando a lo grande con sus viejos y nuevos temas, con una formación que para hacer más atractivo el presente de la banda cuenta con buena parte de las componentes originales que allá por 1978 comenzaban esta historia. Desde inicios de este siglo XXI, al lado de Denise Dufort en la batería, Enid Williams al bajo y voz y Kim McAuliffe en la guitarra y voz; se encuentra Jackie Chambers en la guitarra solista, acoplada perfectamente junto a sus compañeras.
La banda sigue disfrutando en directo, especialmente una Enid Williams a la que quiero destacar por su actitud y excelente estado vocal que transmitió en los temas en los que le tocó cantar. Sin desmerecer a una Kim McAuliffe que atesora un registro más sucio, pero a la que tampoco le falta actitud y chulería.
La banda preparó un excelente repertorio, aunque con tan solo diez temas pudiera hacerse corto. Pero en el mismo tuvimos un bonito repaso a discos tan legendarios como “Demolition” de 1980 y “Hit And Run” de 1981. El propio tema homónimo de este último fue uno de los mejores momentos de la descarga con el propio “Demolition Boys” abriendo la descarga de la manera más arrasadora, y temas como “C´mon Let´s Go” cimentando el buen recuerdo de la banda en este paso por Bilbao.
“I Spy” nos trajo a un momento más reciente como fue la edición de su “Legacy” de 2008, recordando a Dio, que junto a Tony Iommi colaboró en este tema. Y de su más reciente “Guilty As Sin” dedicaron a Lemmy, de nuevo presente, “Take It Like A Band”, precedido de otro nuevo “Come The Revolution”. “Watch Your Step”, el original de The Gun “Race With The Devil” y el clásico “Emergency” redondearon la descarga de las legendarias británicas, que a día de hoy siguen teniendo fuerza y argumentos para hacernos rockear.
Lo de Saxon ya fue algo de un nivel superior a lo común en este planeta. Por algo son una de las bandas más grandes de la historia de heavy metal. Lejos del estrellato de unos Maiden e incluso de los Judas Priest, pero siendo junto a nombres como los mencionados forjadores de todo un movimiento en cuyo corazón crecieron, con una trayectoria brillante que supera los 20 discos editados y ganándose además una eterna reputación de banda de directo totalmente merecida.
Pero es que lo curioso es que uno salga a estas alturas de un concierto suyo meditando sobre si este es el mejor que les hayamos visto, a pesar de que siempre han dejado buenas sensaciones allá por donde han pasado. La falta de Nibbs Carter en el bajo por problemas personales es la única pega que se me ocurre. Todos sabemos que el bajista es de los que no paran en vivo, resultando una baza importante en sus directos, pero sin embargo no por ello dejamos de valorar el papel jugado por su sustituto Gus Makrikostas de los griegos Battleroar, para el cual fue la primera mención por parte de un atento Biff Byford. Tiene mucho mérito el papel desempeñado por el bajista para contribuir a esta gran noche.
23 temas dieron buena cuenta de sus clásicos y de su última época. Un repertorio que debió satisfacer las ansias de los presentes, aunque se puede decir que en una trayectoria como la suya no es sencillo elegir. Sobre todo porque tiene que dar pena no poder representar de alguna manera una época intermedia donde la banda no ha bajado el nivel discográfico, pese a que los clásicos adquieran ese sabor del tiempo tan especial con el que es difícil competir por mucha calidad que tengan las composiciones más recientes No por ello se deja de valorar, sino todo lo contrario, que estén muy lejos de ser un fenómeno que basa su éxito en uno o dos discos, lo que a otros parece sobrarle para llenar estadios. No son de los que viven de rentas, ganándose en cada actuación una vez más una reputación que no hace que la banda se relaje cuando se encuentra ante su público.
La inmensa águila prometida ocupaba la parte trasera del escenario. Evidentemente, no se puede mover como en un gran escenario, pero la imagen es espectacular. Aun no lo veríamos iluminado en el inicio con “Batering Ram”, aunque lo que se encendió fue toda la Santana 27, que se fundió como uña y carne con una banda que no tardaría en escuchar corear su nombre.
“Heavy Metal Thunder” fue un clamor que llegaba hasta un Byford aparentemente sorprendido ante como sonaba la sala bilbaína cada vez que éste dejaba que el público en solitario convirtiera aquello verdaderamente en un trueno metálico, poniendo bien pronto la situación cuesta abajo para la banda.
No solo se trataba de rememorar las viejas canciones, con lo que el grupo defendió trabajos mucho más recientes con temas como “Sacrifice”, pero sin que aquello perdiera intensidad, por difícil que pareciera mantener el acelerador pisado de principio a fin. Sin embargo, “Solid Ball Of Rock” o “Never Surrender” se encargarían de demostrar que la concatenación de himnos iba a hacer que la marea no parara, con un público que cantó todo lo que pudo y supo.
“The Eeagle Has Landed” iluminó las alas de esa águila, dejando uno de los momentos más memorables de un concierto en el que cuesta destacar uno por encima de otro. El emotivo solo de Paul Quinn hizo el resto para que aquello resultara antológico, con un impresionante Nigel Glocker en la batería que en la recta final quiso sumarse a la fiesta con un pequeño pero portentoso solo, antes de que “Stand Up An Be Counted” retomara el ritmo previo de la descarga. Impresionante el filo con el que suenan en la actualidad estos temas que no pasan de época. Para ello la pareja que junto a Paul Quinn supone Daug Scarratt juega un papel fundamental.
“The Devil´s Footprint” nos recordó que su más reciente obra de estudio es “Battering Ram”, sin dejar muy lejos los viejos temas como “Strong Arm Of The Law, tras el cual Biff Byford nos daba a elegir entre “Power And The Glory” y “Broken Heroes”, resultando la pugna bastante reñida. Finalmente acabarían por decantarse por este último, aunque posteriormente corresponderían con el otro tema en cuestión. Mucho mejor que darnos a elegir es regalarnos los dos.
“Chasing The Bullet” fue sucedido por el veloz “20,000 Ft”. Y tras Queen Of Hearts” llegaría unos clásicos ante lo que la sala Santana 27 solo pudo rendirse. “And The Bands Played On” es de los especialmente certeros en vivo, continuado por un enorme “Dallas 1 PM”.
Su particular homenaje a Lemmy llegó con la versión de “Aces Of Spades”, que en la voz de Byford y con el filo de guitarra de Scarratt y Quinn recordaba a los propios temas más macarras.
Tras ello “Wheels Of Steel” es de los que siempre dejan huella. Habitualmente colocado antes de los bises no fue una excepción con el vocalista grabando al personal con el móvil, para el facebook de Saxon según sus propias palabras.
El eco del público durante la interpretación de “Let Me Feel Your Power” quedará recogido entre las paredes de la sala Santana 27, tras el que “747 (Strangers In The Night)” demostró ser uno de los preferidos del público. Claro que eso se lo podría discutir “Crusader”, que siempre es de los más emotivos.
En este punto tuvimos un bonito detalle con una bandera que durante la actuación llegó hasta las manos de Biff Byford. Este la colocaría en la batería durante buena parte del concierto, pudiendo verse el logo de la banda y las inscripciones de “Back On The Streets Again” y “Denim And Leather”. Esa bandera fue firmada en ese momento por el vocalista, con la intención de ser devuelta a alguien del público, detalle que tal vez pasara desapercibido para muchos.
Aún quedaban momentos tan claves como “Denim And Leather”, con una bonita presentación preguntando por las generaciones que de diferentes décadas se encontraban en la sala, y añadiendo que tal vez muchos no hubieran ni nacido cuando ellos compusieron esta canción datada en 1981, emergida y creada en el corazón del heavy metal, y que tanto dice en nuestro estilo.
Ya solo quedaba rematar con el instante en que Paul Quinn y Biff Byford, únicos supervivientes en la banda de la formación original, se quedaban solos en el escenario para arrancar un “Princess Of The Night”, la guinda definitiva para provocar la euforia más desatada en el recinto. Tras ello Biff Byford pidió al resto de componentes que firmaran la mencionada bandera, aunque no sé si realmente lo consiguió. El caso es que esta fue devuelta a alguien del público que se pudo llevar un recuerdo muy especial, aparte de la felicitación navideña y del próximo año que tampoco Byford se dejó en el tintero.
Todos los asistentes podremos guardar con especial cariño esta visita de Saxon a Bilbao. Quien más quien menos les ha visto en repetidas ocasiones, por eso resulta más reseñable que nos sigan impresionando en cada visita.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MIGUEL ÁNGEL RODRIGUEZ
