RISE TO FALL

10 – 12 – 16

Bilbao (Stage Live)

 

 

Una de las bandas vizcaínas que más fuertemente han creído en su propuesta y que más fuerte han apostado por hacerla transcender sin ponerse techo, nos daba cita este 10 de diciembre de 2016 en la sala Stage Live de Bilbao para conmemorar en familia todo lo logrado durante este tiempo. En primer lugar, el solo hecho de alcanzar una década ya es algo que no todos pueden decir, pero más allá de conformarse con eso han conseguido girar por diferentes países y continentes, han dejado tres discos de un considerable nivel que nadie les va a quitar pase lo que pase de ahora en adelante, y por el camino han ido acumulando experiencias que en esta noche parecían querer confluir en las más de dos horas de actuación que la banda nos tenía preparadas con la intención de registrar todo esto en vivo para un futuro lanzamiento audiovisual.

Ya han mostrado en el pasado tener tal tirón como para llenar salas en su propia tierra, algo que por paradójico que parezca no suele resultar tan sencillo de conseguir. En esta oportunidad cosecharon una notable presencia de público para disfrutar de una nueva descarga de death melódico y formar parte de lo que en un futuro salga de las cuatro paredes de la céntrica sala bilbaína.

Para la ocasión no solo se preparaban sorpresas en forma de invitados, sino que el set list sería muy especial, repasando cronológicamente un buen puñado de temas de la trilogía que conforman sus tres primeros discos. Probablemente el repertorio más completo que jamás hayan hecho. Para hacer de aquello algo aun más memorable al inicio de cada una de las tres partes del concierto se proyectaron imágenes que compaginaban saludos de bandas, productores, miembros de su discográfica y amigos del grupo de las más diversas latitudes felicitando el cumpleaños de la banda, con imágenes de los procesos de grabación de cada disco y momentos de las correspondientes giras de todos los colores, teniendo en cuenta que estos chicos han recorrido Europa, Rusia, Japón o China con su música. Todo quedó excelentemente reflejado en esos impases.

Algunos nos podemos jactar de conocerles desde su primera demo, con algunos temas que ya formarían parte de sus sorprendente debut “Restore The Balance”, editado en 2010. Con él comenzó una descarga de excelente sonido, aunque de una iluminación pobre, sorprendente para estar registrando esto en imágenes. Lo mío sufrí para poder reflejar alguna buena foto que ilustrara esta crónica ante vosotros.

“Infected Wounds”, “Unknown Presence” y “Forbidden Lullaby” arrancaron la tormenta sonora de Rise To Fall. Banda que sigue funcionando con una formación bastante estable, de resultado impecable sobre un escenario. Pueden dar a cualquiera una lección de cómo facturar death melódico de marca sueca. Si no les conociéramos y nos los presentaran como una banda de aquellas latitudes no creo que nadie se sorprendiera.

El único puesto que ha sufrido cambio en estos años ha sido el de bajista, donde Asis entró en sustitución de Iñigo. Precisamente uno de los invitados de la noche, rememorando aquellos primeros años del grupo con su aportación en “Inner Scream”, El bajista no vino solo, sino que apareció con su compañero de The Descent Charlie, que se marcó un gran dueto junto a Dalay Tarda, dejando uno de los grandes momentos de esta primera parte de la actuación.

Los invitados se quedarían en gente de lo más cercana al entorno de la banda, algo que a la vez de hacer especial la noche la mantendría en un tono muy entrañable. Esperábamos, de hecho, la habitual colaboración de Aimar, actualmente compañero de Hugo, Asis y Txamo en el grupo paralelo de éstos The Flying Scarecrow. Ese habitual mano a mano con el vocalista de Rise To Fall llegó en el esperado “Rise Form Drama”, precedido de los potentes “Redrum” y “When The Instinct… Kills The Reason”. Un final a lo grande de una primera parte donde visto con perspectiva aprecio unos temas más directos que en la actualidad por parte de una banda en la que el crecimiento musical se ha ido notando, aunque aquí se conserva esa frescura siempre apetecible de una primera obra.

Sería en la segunda parte dedicada al “Defying The Gods” donde la concurrencia, sin embargo, se metería mucho más en la descarga, comenzando a provocar un  movimiento en las primeras filas que ya se hacía de rogar. Este regreso tras las correspondientes imágenes fue fortísimo por parte del grupo, que retomó la descarga con “Ascend To The Throne”, provocando definitivamente unas buena sacudidas a petición del propio vocalista tras la interpretación de “The Compass”, con el arrollador “Reject The Mould”, al que no se le quiso quedar atrás un “Inflexible Kingdom” que marcó uno de los tramos de más intensidad de la descarga.

La invitación al escenario de Peter de Black Ocean Witness para cantar “Lost In Oblivon” ayudó a que aquello no decayera en lo más mínimo, continuando sin demasiada tregua con “Whispers Of Hope” y el homónimo “Defying The Gods” donde Dalay Tarda quiso explicar en parte el significado de su letra y la intencionalidad que llevan unas canciones en absoluto vacías de significado. Otro claro ejemplo es “Decoding Reality”, con el que cerraron esta segunda parte en lo más alto, con una de sus mejores canciones, al menos para quien suscribe.

Cierto es que si analizamos nuevamente con un poco de distancia cada uno de sus discos el tercereo “End Vs Beginnig” es el que ofrece piezas de mayor elaboración, técnicamente más trabajadas. Y es que el grupo ha afianzado su estilo, pero sin dejar de crecer en aspectos técnicos y de elaboración de los temas.

Pese a la larga duración del concierto la banda buscó que la intensidad no se perdiera. Y lo hizo con un arranque nuevamente trepidante en esta tercera y última parte de la noche del décimo aniversario. “Sustention”, “Plastic Scene”, “Dark Clowns Leading Blinds” y “Parasites” explotaban en la sala Stage Live, desembocando definitivamente en un atronador “Murk Empire”. Y por si pensábamos que no les quedaba dinamita ahí llegó un fulminante “Thunders Of Emotion Beating”. Temas que de una manera magistral aúnan elaboración, detalles de calidad y un enfoque muy de directo.

La recta final se iniciaría dando de nuevo entrada a colaboraciones. De nuevo Aimar se subiría al escenario para interpretar “Rise Without Drama”. Esta vez acompañado a la guitarra de Dann Hoyos, mezclando al completo las formaciones de Rise To Fall y The Flying Scarecrow. El guitarrista se marcó un gran solo con su habitual máscara de pulpo que popularizara con su grupo Space Octpus. Lamentaron que en “Threshold” no pudiera estar Pedro J. Monje, con quien grabaron su tercera obra, que por un tema personal no pudo estar en la cita a última hora. Eso no impidió que el colofón de todo esto resultara grande, con el final “End Vs Beginning”.

Posteriormente la fiesta se completaría con sorteos de lo más jugosos, incluido el de una guitarra. Final de un aniversario preparado con mucho mimo y cariño por parte de una banda que con tres discos editados puede mirar con orgullo a su pasado. Esta es una excelente manera de cerrar este círculo correspondiente a sus tres primeros discos, recrearse, coger aire y disfrutar de lo andado con una noche para el recuerdo de grupo y seguidores, marcando tal vez un punto de inflexión de cara a un futuro que pese a todo lo logrado sigue viéndose prometedor para ellos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)