MOTÖRHEAD + BAD WAY

16 – 12 – 10

Donostia (Polideportivo Anoeta)

MOTÖRHEAD

Los problemas técnicos nos hicieron quedarnos sin el concierto de Alice Cooper en la Feria de Muestras de Durango semanas atrás. Esos mismos problemas con el recinto de la localidad vizcaína obligó a trasladar esta gira de Motörhead al Polideportivo Anoeta de Donosti. Una decisión que no gustó nada a los seguidores vizcaínos, ya que nos obligaba a desplazarnos un jueves a la noche unos cuantos kilómetros más allá desde la capital vizcaína. No se si la organización valoraría la posibilidad de otro recinto en el corazón de Bilbao o alrededores, pero se de buena tinta que hubo gente que se rajó a última hora por este cambio de ubicación. En nuestro caso por Motörhead lo que sea, aunque a la mañana siguiente tuviéramos que levantarnos a las 5:00 AM y durmiéramos escasas tres horas, viniendo del terremoto de Airbourne de la noche anterior acumulando cansancio. El placer y la emoción, sin embargo, superan a todo lo demás cuando quien va a estar encima del escenario es Lemmy Kilmister y sus huestes. Es una personalidad que uno no deja de ver con los mismos ojos que cuando era un niño, viendo en el un ídolo insuperable. Y es que, no en vano, Motörhead es uno de los grupos más influyentes de todos los tiempos, dentro del terreno del rock uno de los que más barreras han roto, de los que más grande leyenda han escrito, de los que más fuerte han grabado su sello en toda esta movida…. Si sigo se me pueda acabar el papel.

BAD WAY
BAD WAY

Por eso cualquier recinto se me queda pequeño para ellos, viendo lo que llenan otros no tan grades… porque pocos o ninguno son más grandes que Motörhead. Lo corroboro ahora que llevo las sensaciones de esta bestial descarga muy dentro. El Polideportivo Anoeta tenía color en sus aledaños poco antes del inicio de las actuaciones, pero lejos de la cantidad de personas que acudieron a la llamada de Guns´N´Roses hace pocas semanas. En un concierto de Motörhead se elimina toda la paja y lo único que tenemos entre los asistentes son auténticos rockeros, lo que acrecienta su estatus como inmensa banda de culto. Su fidelidad a un estilo ha calado hasta los huesos en esos viejos seguidores que nunca les van a fallar; pero con el buen hacer de sus últimos y continuos trabajos, también han mantenido su mente y su corazón en forma, haciendo llegar también a eventos como este un puñado de jóvenes que se agolparon en las primeras filas. Está claro que desde hace más de treinta años esta gente emprendió un camino a la eternidad que se extenderá más allá de un, esperamos lejano, fin de su carrera.

BAD WAY

Hay capacidad de regeneración en esto del rock, lo que demuestra una banda como Bad Way, que nos sorprendió con su segunda obra “Dead Letters”, ofreciendo una colección de canciones con una fuerza y un gancho que emula al sonido de las bandas ochenteras de Los Angeles. Eso prometía un directo de lo más espectacular y el grupo lo corroboró con una actuación llena de entrega, mucha actividad y muy buen rollo extendido a la concurrencia. Lo que falló fue la voz de Marc, realmente muy poco afinada esta noche. Aún así, si nos atenemos a la diversión que transmitieron, al calor que desprendieron y a la conexión con el público su actuación fue bastante digna, pero no se puede decir que nos llegaran a presentar de la misma forma espectacular lo que refleja su último trabajo hasta la fecha.

BAD WAY
BAD WAY

Bad Way demostraron ser una explosiva banda, con mucha actitud y descaro. Comenzaron presentando temas de ese último trabajo como “Don´t Tell Me” o “Forever”, temas que podrían ser en otro tiempo hits de radio fórmula, pero que salvo la gente que los conocemos de antemano, no se si un público nuevo llegaría a captarlo. Ellos se mostraron entusiasmados por esta posibilidad de abrir para Motörhead, para los cuales pidieron una fuerte ovación. Sin duda, el grupo rinde devoción a los clásicos, como puede ser el caso de Guns N´Roses, de los cuales ofrecieron un “Paradise City” no muy acertado en ejecución. También por Mötley Crüe sienten algo estos chicos que ya se habían ganado el reconocimiento de un público que supo valorar su encomiable disposición encima de un escenario. Nos ofrecieron un nuevo tema. Si mi oído no falló se llamaba “Lady Lie” y continua esa senda del rock desenfadado, sencillo, directo y que deja huella. Para eso, probablemente un buen exponente sea el elegido single de “Dead Letters”, “My Way”, que es un cebo irresistible para los seguidores del hard rock macarra y adictivo. También lo son los temas rescatados a última hora de su primera obra “From Zero To Hero”, “Cocaine” y “Rock N´ Roll Is Dead”, dedicada por el vocalista con unas bonitas palabras a los grupos que tenemos currándoselo en los locales sin que la gente sepa, ni aprecie en la mayoría de los casos, el esfuerzo que supone sacar un proyecto así adelante. Probablemente no fue la noche de su cantante, pero aún así no dejaron mala sensación con esta incitación a la diversión que supone uno de sus conciertos.

MOTÖRHEAD
MOTÖRHEAD

Por encima del bien y del mal. Motórhead solo tienen que hacer acto de presencia en el escenario para entender que estamos ante unas figuras irrepetibles, fundamentales e imprescindibles de esta cultura. We´re Motörhead And We Play Rock & Roll, fue el desafío de Lemmy una vez más para atenernos a lo que teníamos por delante. Así comenzaron avisándonos con un “We Are Motörhead” que pone las espadas en todo lo alto, para continuarlo con “Stay Clean” y habernos pegado ya dos puñetazos seguidos, uno en cada mejilla. Como eso calienta a cualquiera ya estábamos preparados para uno de los nuevos temas del recién editado en estos días “The World Is Yours”. El elegido en primer lugar para presentarlo fue “Get Back In Line”, que expone perfectamente la continuidad con un estilo inconfundible y a la vez lo efectivos que siguen resultando. Estos no son de los que desperdician un cartucho. No se produjo la reacción de los anteriores, pero el recibimiento a un tema aún desconocido por la gente no apaciguó los ánimos de una concurrencia a los pies de la banda.

MOTÖRHEAD
MOTÖRHEAD

Además, el repertorio fue de lo más acertado por parte del grupo, haciendo un repaso a su carrera donde no faltó el aplastante “Metropolis”, lanzándose a por todas sin apenas despeinarse con “Over The Top”, manteniéndose siempre álgidos con “One Night” y provocando la locura entre las primeras filas con “Rock Out”, finalizando con un solo de guitarra de Phil Campbell, que es el que más escenario abarca ante un Lemmy de ubicación más fija pero que sigue siendo a sus 65 años una imponente presencia sobre un escenario, haciendo de su aguerrida voz algo cada vez más sagrado. Los temas más recientes también fueron acertadas elecciones. Lemmy casi equivoca el puesto de los temas con su anterior presentación, cuando el turno de el tema que cierra “Motörizer” era ahora. “The Thousand Names Of God” fue toda una apisonadora a la altura de sus temas más clásicos. Le continuó “I Got Mine” y luego otro nuevo “I Know How To Die”, que para nada baja la intensidad de una banda que estalla ante nosotros cada vez que sube a un escenario.

MOTÖRHEAD
MOTÖRHEAD

Las emociones se iban sucediendo mientras que este que escribe no podía menos que sentirse privilegiado por estar ante estos señores. “The Chase Is Better Than The Catch” dio paso a que Mikkey Dee arengara desde lo alto de su atril a la concurrencia. Sabía que llegaba su momento, ya que en medio de “In The Name Of Tragedy” nos ofreció su solo de batería. ¿Puede ser el batería más bestial en la actualidad? Desde luego, hay que darle muy fuerte en Motörhead y este va sobrado para ello. Después “Just´Cos You Got The Power” fue el último tema del concierto, dedicado a los políticos, antes de que pasara a ser orgasmo. Y no, no venía “Orgasmatron”, que no cayó esta noche; pero “Going To Brazil” comenzó la recta final de esta cabalgada a lomos de unos Motörhead incombustibles. Después “Kill By Death” fue tan efectiva como siempre, sin que nadie dejara de gritar esas tres palabras cuando nos correspondió, y “Aces Of Spades” provocó que las primeras filas se movieran en un apretado pogo, mientras que los más rezagados levantaban los puños en ese estribillo.

MOTÖRHEAD
MOTÖRHEAD

Tras unos instantes detrás de las pantallas la banda regresa con “Born To Raise Hell” para inmediatamente terminar con “Overkill”, como ya sabemos, pero que sigue siendo un apoteosis total cuando repiten el final. Esa linea de bajo es de lo más memorable en la historia del rock. Se despiden con el bajo distorsionado, sonando todavía cuando ya los músicos están en camerinos. Pero aquí no se acaba el concierto hasta que se produzca el silencio… Aunque yo hoy todavía noto un pitido en lo oídos. Maravilloso ruido que ojalá nunca cese.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)