CRÓNICA: CASTRO ROCK 2016

CASTRO ROCK 2016

SÔBER + KARBONIZADORES + TENEBRA + BURNING THE WAVES + THREE BROKEN STRINGS

25 – 06 – 16

Castro Urdiales, Cantabria (Parque Amestoy)

El Castro Rock se volvió a sumar al circuito de festivales de verano. Últimamente el festival gratuito de la localidad cántabra de Castro Urdiales se viene desarrollando con una periodicidad de dos años, buscando los organizadores no perder el atractivo de un gran cabeza de cartel. La Asociación Volumen lleva a cabo este festival con dos intenciones. Una es la de seguir trayendo a Castro Urdiales bandas de renombre y otra la de apoyar precisamente a los grupos integrantes de la asociación, lo cual hace imprescindible que haya precisamente un reclamo mayor para que el público se acerque al escenario colocado en el Parque Amestoy, a ser posible desde primera hora de la tarde. Y así fue no ya solo desde el comienzo de actuaciones, sino desde la misma prueba de sonido que acabó con retraso, en la que no pocos curiosos decidían pararse frente al escenario, además, en plenas fiestas de la localidad con mucha gente disfrutando de las mismas en la calle. Si además la climatología acompañó, en un día nublado sin lluvia con buena temperatura, las condiciones eran las mejores para disfrutar de la jornada.

Los primeros en salir a escena fueron un grupo de reciente creación, pero con experiencia en sus componentes, ex miembros de otras bandas de la Asociación Volumen. Entre temas propios con un estilo de rock bastante accesible Three Broken Strings colaron las versiones de “Joker And The Thief” de Wolfmother, “Lonely Day” de System Of A Down” y “Wicked Game” de Chris Isaak, bastante fielmente ejecutadas por el trío. En algunos momentos eché en falta una segunda guitarra en sus temas, y es que si bien su estilo no es excesivamente heavy mi oído hubiera agradecido esa potencia sobre todo para acompañar en los solos de guitarra. Presentación en sociedad de una banda de la que esperamos seguir teniendo noticias y una consolidación con un primer trabajo que aún no ha llegado.

Burning The Waves eran el joven grupo en aparecer en escena en segundo lugar. Con un EP de título “Atlantis” editado, la banda se dio un pequeño baño de masas entre amigos y seguidores que poblaron las primeras filas sin parar de poguear con sus canciones de metalcore. Un estilo muy trillado donde aun no encuentran demasiada originalidad, pero sin embargo sorprende el empaque con el que lo facturan, sobre todo teniendo en cuenta que según sus palabras su guitarrista tan solo llevaba dos ensayos con ellos. Eso sí, antes de este desahogo de energía hubo que pasar la incertidumbre de un accidentado arranque, donde algún problema con el metrónomo hizo que a la tercera fuera la vencida, cuando por fin el grupo pudo atronar con esos temas de su EP como “Poseidon”, “The End Of Tomorrow” o “Leave Your Fears Bhind”; y algún nuevo tema presentado para la ocasión. La banda sonó muy bien y se mostró muy bien engrasada, pero insisto en que en este estilo hay que ir encontrando un poco de originalidad. Son muy jóvenes y tienen tiempo de conseguirlo una vez consolidada una base bastante consistente.

Tenebra son uno de los grupos veteranos de la asociación. La banda se formó en 1999, habiendo dejado por el camino tres demos y dos discos, el más reciente “Hijos Del Cielo”, protagonista central de su set list con temas como el homónimo, “El Perro Del Hortelano”, el potente “Marionetas” o esa baza ideal para los directos “Tu Aliento”. Su heavy metal melódico caló entre los presentes, con una formación donde se notan las tablas, en la que la entrada de Iván Gonzalez en la batería les ha aportado mucha solidez, mientras que Pintxo Cabrera en el bajo les aporta visualmente muchísimo. Por otro lado Aroa ha ganado mucho en el papel de frontwoman. Como vocalista ya conocemos ese registro tan pulcro que sigue siendo pulido al máximo. Agradaron a todos los presentes en una hora ya en la que la noche empezaba a caer sobre Castro Urdiales, ganando sensaciones con la iluminación del escenario y luciendo plenamente como grupo.

Tras ellos la variedad en el cartel se haría nuevamente patente ahora con una banda de rock & roll como Karbonizadores. Estos se formaron en 2010 y cuentan con un trabajo editado, aunque sus músicos son curtidos en mil y una batallas. Cuentan en sus filas con Eduardo Calvo a la guitarra, que hoy haría doblete con ellos y Tenebra. Se puede decir que lo de Karbonizadores fue un triunfo rotundo. La banda se llevó de calle a todo el personal con su desgarbado rock & roll y con el carisma de un vocalista como Luis, que en lugar de whisky o cerveza bebe sobre las tablas directamente de su bota de vino a nuestra salud. Pero su repertorio también cuenta con temas que dicen muchas cosas. Y es que no solo se trata de mera diversión. De hecho, nos presentaron algún tema nuevo que trata de algo tan serio como el bullying, como fue el caso de “Stop Bullying”, y también repasaron los temas de su disco “Las Gallinas”, que de un modo desenfadado dice mucho sobre toda esta estafa mundial a la que han llamado crisis. Por supuesto no faltan temas de los que a todos sacan una sonrisa como “El Rey De La Farándula”, “Médico Canalla” o “40.on”, con el personal metido en el bolsillo. Y ya para acabar de ganar a todos los presentes, mayores y pequeños, la versión de Nino Bravo con sutil cambo de letra de “Un Beso Y Una Flor” nos dejó a todos con la sensación más placentera.

Solo quedaba que Sôber cumpliera con las altas expectativas que se respiraban en el Parque Amestoy antes de su salida, cosa que consiguieron con creces con un repertorio de 18 temas que supo a gloria a sus incondicionales. La calidad de sonido fue notablemente mayor que con los anteriores grupos, y eso que todos tuvieron unas condiciones sonoras más que dignas. En el caso de los cabezas de cartel fue apabullante el atronador sonido de una base contundente con el  empuje y la pegada de una bestia como Manu Reyes. Aunque también tuvo espacio para un pequeño solo de batería, lo cierto es que ya demuestra bastante de su poderío con las baquetas a lo largo toda la actuación.

Por otro lado el empaste de las guitarras de Jorge Escobedo y Antonio Bernardini es como uña y carne. Son muchos años juntos tanto en Sôber como en Skizoo, y aunque no se complican lo más mínimo la vida, es digno de mención el entendimiento entre ellos y la química que relejan en escena. Por otro lado, Carlos Escobedo con su bajo en ristre y frente al micro llena el escenario, con ese registro limpio y melódico que tanto ha marcado no solo el sonido de Sôber, sino de un infinito número de bandas que han surgido tras ellos con una propuesta deudora de los madrileños.

La banda repasó su discografía desde el comienzo con “Sombras”, dando inicio a un arranque bastante trepidante con “La Araña” y “Prisión Del Placer”. Encantados con la oportunidad de tocar en Castro Urdiales, que dijeron haber visitado solo de paso recordando el sabor de las anchoas de la zona, la banda dejó una gran imagen con momentos tan destacables como “La Nube”, “Paradysso” y “Diez Años” en el ecuador del concierto. “Blancanieve” sería también un momento especial, por lo que significa el tema para la banda aunque justo antes de los bises fue del todo remarcable un “Arrepentido” que resulta todo un clasicazo ya a estas alturas

La banda no racanearía a su regreso, brindando hasta cinco temas más aun con grandes momentos, como “Naufrago” o el final “Loco”, que contó con la sorpresa de la colaboración de Iñigo Cano, vocalista de los vizcaínos Sealed Room, en el mismo día de su cumpleaños. Entregado como siempre en escena aportando su granito de arena a este final de actuación. Pocos regalos puede haber mejores que las experiencias positivas que vivimos. Y mejor si son compartidas.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)