OBSIDIAN KINGDOM + ERROMA

28 – 05 – 16

Bilbao (Stage Live)

 

 

Tras la experiencia sonora y visual que ya nos demostraron en 2013 presentando “Mantiis” era de recibo no perderse este nuevo paso por nuestros escenarios de Obsidian Kingdom. Una de las maravillas musicales más grandes que uno haya descubierto y disfrutado en los últimos años. Lo corroboran nuevamente con el nuevo disco que nos traían bajo el brazo, “A Year With No Summer”, que aun hacía más atractiva la cita con su inclasificable estilo de música, deudor desde las tendencias del progresivo más clásico hasta de los sonidos post rock sin renunciar a importantes aportaciones electrónicas. Música con mayúsculas la que tendríamos esta anoche en la Stage Live de Bilbao, con la cualidad de engrandecerse aún más sobre un escenario, como debe ser.

ERROMA
ERROMA
ERROMA
ERROMA
ERROMA
ERROMA

Les acompañaron Erroma, llegados desde Astigarraga para brindarnos su ambiental propuesta, con una calidad musical incuestionable, aunque a nivel visual considero que podrían trabajar un tanto más la propuesta. Cada uno de los componentes se centra demasiado en sus instrumentos. A uno le cuesta comprender cuál sería la diferencia de verles en un ensayo o en un directo. Porque por lo demás, es una experiencia sumergirte en ese sube y baja de emociones propuesta por los guipuzcoanos. Los aplausos del respetable rompían la armonía de sus potentes, extensas y ambientales composiciones, entre las que nos anunciaron haber colado en primicia esta noche un par de temas nuevos. El público comprendió lo expuesto por la banda, pero un directo creo que debe brindar algún aliciente más.

ERROMA
ERROMA
ERROMA
ERROMA

Puede que fuera por la predisposición con la que íbamos para ver el espectáculo que Obsidian Kingdom brindan en directo, puesto que en sus shows las imágenes son clave. En esta ocasión contaban con dos pantallas en el fondo del escenario, aunque pasaron algo desapercibidas ante la iluminación que llevan para sus directos y la propia energía con la que la banda se planta en escena, sintiendo en todos los casos por cada uno de sus poros su particular forma de entender la música. Me imagino algo tremendo si un día llegan a pisar grandes escenarios.

OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM

Comenzaron y terminaron con la presentación de su nuevo disco, haciendo una descarga entregada que no solo da para un público concentrado en no perder detalle, sino que tiene la fuerza metalera para hacer a la propia concurrencia partícipe. Si bien, es cierto que el personal se concentró en ese viaje por cada uno de los pasajes propuestos por la banda, que por su parte se ve lo suficientemente suelta en escena pese a la complejidad de su propuesta para mostrar un dinamismo que en directo siempre ayuda a atraer más la atención del personal y llevarnos a su terreno hasta cautivarnos apenas habiendo pisado las tablas.

OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM

Los cambios de formación no han hecho ningún daño al grupo, viéndose a los actuales miembros completamente acoplados y mostrándose todos ellos al frente del escenario, salvo la batería, en su posición habitual más rezagada. Pero es que musicalmente todos aportan, con lo que ninguno tiene por qué dar un paso atrás. Claro que la manija la lleva un Rider G Omega que aparte de atronar con sus riffs muestra una garra vocal con la que termina por devorarnos a todos ese espíritu tan particular de la banda.

OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM

Entre temas de su nueva y reciente obra “A Year With No Summer”, como el homónimo, reservado para la fase final de actuación, mientras que en el arranque nos abrieron la puerta a su universo con “The Kandinsky Group” y “Darkness”; hubo espacio para recordar el también maravilloso “Mantiis” con canciones como “Haunts Of The Underworld” y una sorprendente versión de Radiohead de “Planet Telex” llevada a su propio terreno.

OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM

La banda lo bordó, el sonido les acompañó y el público presente también tuvo la calidad como tal para comprender a donde nos quiere llevar Obsidian Kingdom con todo ese universo que alterna la mayor paz con los más tormentosos pasajes. Si eso se acompaña de una puesta en escena tan atractiva, unida a la propia expresividad de los componentes de la formación, la credibilidad de lo que están haciendo y el ser capaces de sudar con sus propias composiciones, sus conciertos solo caben ser catalogados como una experiencia para vivirla personalmente por cada uno de nosotros. Esas sensaciones cada uno debe interiorizarlas a su manera, puesto que su descripción posterior puede ser muy complicada, si no imposible.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)