CRÓNICA: DEWOLFF
DEWOLFF
28 – 04 – 16
Bilbao (Kutxa Beltza –Kafe Antzokiko Goiko Aretoa-)
Gran ambiente en la recogida sala superior del Kafe Antzokia para recibir a los holandeses DeWolff, a los que en los últimos años les avala una ascendente trayectoria que ha desembocado en un espectacular último disco de título “Roux-Ga-Roux”, a recomendar para todo aquel que le guste el rock sicodélico sin más etiquetas, abierto a la imaginación y con directos que prometen altos vuelos si dejas la mente en manos de sus emociones. No ha pasado este hecho desapercibo para un público que un jueves a la noche dejó pequeño el recinto.
La banda de los hermanos van de Poel desplegó sobre nosotros toda su magia, con un repaso fundamentalmente a los temas de su nueva obra, entre los que se hace difícil destacar un momento sobre otro. Si queremos algo picante “Sugar Moon” fue uno de los momentos con mayor conexión con el personal, con momento de palmas incluidas acrecentando esa sensación añeja y hippy que da la imagen de la propia formación.
Por el contrario si buscamos momentos de mayor virtuosismo nos podemos quedar con un “Tired Of Loving You” que resultó una maravilla, y donde los músicos se dejaron llevar por ese tramo blues hasta donde su corazón quiso, con un público ya rendido a estas alturas a la formación holandesa.
También hubo momentos rescatados de discos pretéritos, de un pasado no excesivamente lejano pero fructífero en cuanto a lanzamientos discográficos. Así cayeron temas como “Medicine” o “Dance Of Buffalo», si bien los momentos más brillantes se los llevaron esos nuevos temas de un disco que puede ser encumbrado como lo mejor de su carrera a mi modo de ver y es que de “Roux-Ga-Roux” tuvimos también la brillantez de “Black Cat Woman”, el potente y memorable “What´s The Measure Of A Man” o un “Love Dimension” que suponía un final por todo lo alto. Un tema de los que además de ese virtuosismo individual por parte de cada miembro de este trío con un empaste y entendimiento entre ellos que nos hace admirar sus dotes como músicos, tienen también el gancho suficiente como para llevarse al público sin remisión.
El trabajo vocal conjunto es destacable, aunque sea Pablo van de Poel quien con guitarra en ristre asuma el papel solista principal. Su hermano Luka es todo un torrente de fuerza cuando le da por hacer alguna voz solista, mientras que Robin Piso es un teclista impresionante, que no deja sola la guitarra de su compañero ni un momento, haciendo camino codo con codo junto a él al medido golpe que marca la batería. Engranaje tan perfecto como natural.
La actuación ya hubiera sido redonda sin mayor colofón, pero la gente no les permitió marcharse de allí sin ofrecer algo más, pidiendo su regreso insistentemente. Así que con el teclado del genial Robin Piso haciendo la introducción arrancaron un “Don´t You Go Up The Sky” un tanto alargado, con infinidad de sonoridades y emociones nuevamente para deleite del personal, dejando llevar la euforia provocada por DeWolff en brazos de sensaciones musicales sin límites.
Necesitarán recintos de mayor aforo en próximas visitas.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)