CRÓNICA: PORCO BRAVO + ´77

PORCO BRAVO + ´77

5 – 01 – 16

Bilbao (Kafe Antzokia)

Ni la expectación por los regalos de la noche de reyes superó a la creada por Porco Bravo en esta presentación de su cuarto disco. Además, una cosa estaba clara, con estos no nos íbamos a quedar dormidos a la espera de su llegada, bastante menos silenciosa y discreta que la de sus majestades de Oriente. Nuevamente volvieron a engalanar como en las grandes ocasiones un Kafe Antzokia que debe llevar en su historia el nombre de la banda tallado con letras de oro ante las memorables presentaciones de disco que habitualmente se vienen pegando en la sala bilbaína, siempre un poco barakaldesa cuando los Porco se encuentran frente a su piara, a la que habrá que hacerle más hueco en el futuro, ya que esta noche se colgó desde antes del concierto el cartel de sold out.

La suma de eléctrica actitud al cartel la pondrían los catalanes ´77, otro grupo que ha dejado patente su carácter incendiario en directo. Los catalanes presentaban esta noche también su cuarta obra “Nothing´s Gonna Stop Us”, reflejo de una carrera muy constante en este último lustro. Su contribución a este colofón de fin de fiestas navideñas no debe ser, ni mucho menos, menospreciada.

El rock de alto voltaje de ´77 encajaba a la perfección al calor de la electricidad de Los Porco. Y es que una vez que estos suben al escenario y aquello empieza a sonar uno puede notar como los vatios se disparan y las pilas se recargan. Los adictos al rock & roll más genuino se nutrieron de los decibelios de escuela acedeciana expulsados por la banda de los hermanos Valeta. Aunque ni mucho menos es la única influencia de ´77, aunque sí una básica. Por ejemplo, el homónimo de su última obra tiene un regusto muy claro a Thin Lizzy.

No le faltan buenos temas en cada uno de sus discos, representados en este directo, con cortes nuevos que tienen sabor a clásico desde la primera vez que los escuchas como “It´s Alright”, o algunos más longevos que van cogiendo el poso de “Stay Away From Water”. La electricidad recorre las células de cada músico, haciéndose extensiva al público, que verá como LG Valeta se marca un solo entre ellos, saliendo del escenario y terminando sentado en las escaleras, o directamente tirado en el suelo al estilo Angus Young. La actuación la cierran con un recuerdo a su primer “21st Century Rock” con “Big Smoker Pig”. El mejor grupo para enchufarse a una noche como esta.

Porque a partir de ahí llegaría el cortocircuito definitivo con unos Porco Bravo que sacan chispas en cada una de sus actuaciones. Pero no solo lo hacen en el sentido literal con sus habituales números escénicos, sino con un rock & roll cada vez más sólido. La consolidada formación dota de potencia a su sonido, de envoltura y de calidad. Estamos hablando de un grupo muy arropado por cada uno de sus componentes, haciendo una labor conjunta que hace escupir fuego a todo escenario al que se suban. Y si hay alguna fisura porque a Manu se le olvida alguna de las nuevas letras, ya tiene a Asier para echar un cable, siempre atento al quite.

24 temas interpretados en esta actuación, sin un solo momento en el que se perdiera intensidad dice mucho de la excelente carrera que lleva el grupo así como de su actitud sobre un escenario, mucho más estudiada con el paso de los años pero igual de salvaje. Siguen siendo un grupo que hace frotarse los ojos a los que le ven por primera vez en un escenario.

La primera parte del concierto la banda sale a comerse las tablas, pero guardando sus números para más adelante. Le sobran argumentos de entrada con sus nuevos temas para sacudir bien los cimientos del Antzoki. Queda demostrado de entrada con “Mírame”, rápido y pegadizo, atrapando a todo el público presente de una manera rápida y sin dolor, aunque la banda mostraría las garras en “Solo Quiero Bailar” y mordería posteriormente con “Animal” y “Dios”, alternando temas de cada una de sus obras, en las que seguro puedes rescatar grandes canciones.

“Ciudad Muerta” es un ejemplo de los nuevos derroteros que la banda va llevando a nivel de letras comprometidas, aunque en su sonido y directo la estética sigue siendo la misma de siempre. El Porco va creciendo y el carácter muta y evoluciona, pero la personalidad la delimitaron muy bien desde sus comienzos. Podríamos decir lo mismo de “Mienten”, claro y directo, todo un cañonazo para sus shows de ahora en adelante.

No tardaría Manu en quedar sin camiseta y en lanzarse sobre el personal, haciendo que aquello vibrara en todo momento. Hoy por hoy es un frontman inigualable. Su pellejo está al servicio de la actuación en cada concierto de su banda, aunque el merecido cariño de su gente le hace salir victorioso en cada situación.

De manera consecutiva “Lasciva” y “Motel” expusieron dos bazas del “Grooo!!!” de las más consolidadas en directo una obra que les hizo subir en muchos aspectos con respecto a “Show!!”. “Porco Bravo” sería su consolidación, con temas que ahora mismo han conseguido ganar a todos sus adeptos como “Nunca Pasa Nada”. Y ahora dan un nuevo salto con “La Piara”, como queda reflejado en temas con la madurez de “Pídelo Otra Vez”, aunque en este caso se trata de una madurez con un imperturbable tono cafre en un grupo siempre descarado y provocador.

La emblemática cabeza de jabalí apareció en escena en “No Hay Nada”, metiéndonos en una segunda mitad en la que el calor iría subiendo en esta noche de enero. El vocalista pedía al personal quitarse la camiseta antes de arrancar con “Corre”. Y es que se acercaba el momento de “La Piara”, tema de su primera demo registrado de nuevo en su última obra, y en el que Manu se grapó un periódico en el pecho, como es habitual, para luego prenderle fuego Pero esta vez pidió voluntarios para graparse con él, disparando grapas a las primeras filas.

Por encima de ellas saltaría en “No Sé”, para volar sobre la abarrotada sala una vez más. “Se Quema” fue un estallido, un tema que en directo me parece que gana especialmente con respecto al estudio. “Lo Intento” es ya de mis favoritos de su último disco y de su trayectoria, creo que tiene una letra que bien debería incrustarse en cada mente que decida dormirse. Porco Bravo es un grupo ideal para, precisamente, abrir los ojos de par en par, ya no solo ante su espectáculo sino ante un mensaje cada vez más relevante.

“Brindaremos Juntos” puede parecer un momento más relajado, ya que es un tema con un tempo menos frenético, pero en directo resultó un momento igualmente intenso. Algo que por supuesto también ocurriría con “Donante”, con Manu llevado en volandas sobre el personal mientras que una bengala ardía en su trasero. Sí señor, esto es arte y diversión unidos, al estilo Porco, claro.

Con “Puto Amor” pidió al personal agacharse antes de que la sala volviera a estallar en un estribillo de los que invita a saltar. “Última Noche” adquirió el aspecto festivo que el momento precisaba para seguir engrandeciendo la noche. Ya solo quedaba brindar con Jack Daniels, ofrecido a las primeras filas en un homenaje que recordará eternamente al recientemente fallecido “Lemmy”.

Con la cabeza de jabalí sobre sus hombros Manu realizaría su enésimo vuelo desde la batería para encarar “El Cazador”, con la sala ayudando en el estribillo. Y solo quedaba rematar con “Eléctrica Actitud”, llenando todo de confeti mientras que Manu pedía que le sacaran sobre la tabla de surf de la sala. De regreso al escenario se encontró con Asier y Pulpo sacando chispas de sus guitarras en un final apoteósico, como bien merecía una noche de las que uno recordará mucho tiempo con una sonrisa inconsciente en el rostro.

Sigue retumbando en este recinto cada una de sus actuaciones, pero si cabe creo que esta ha sido la de mayor estruendo. Y eso que ellos mismos se lo ponen difícil a sí mismos para asumir el reto de volver a dejar esas sensación de saciedad en todos los aspectos en un público empapado por dentro y por fuera de rock & roll. Esa sensación placentera es la que a la mañana siguiente te hace estar seguro de que no fue un sueño. Porco Bravo son únicos en su especie, pero los miembros de la cada vez más nutrida piara damos fe de que existen, andan sueltos y pueden aparecer para captar nuevos vástagos en cualquier escenario.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)