CRÓNICA: Y&T

Y&T

2 – 10 – 15

Vitoria-Gasteiz (Jimmy Jazz)

Afortunados somos de tener en los últimos tiempos de manera muy habitual por nuestra zona a Y&T. La legendaria banda americana liderada por el guitarrista y vocalista Dave Meniketti hace un año casi exacto pasaba en gira estatal, repitiendo en esta ocasión con unas fechas muy curiosas ubicadas todas al norte de la península. Pamplona, Vitoria-Gasteiz, Santander y Gijón contemplarían este nuevo paso de la banda.

Es evidente que teniendo en cuenta su asiduidad últimamente y la corta distancia entre las ciudades la asistencia de público se pudiera resentir, pero al menos en la Jimmy Jazz de la capital alavesa tuvimos un excelente ambiente con numeroso público auténticamente devoto de la banda que incluso en varios casos iba a aprovechar precisamente la cercanía entre ciudades para disfrutar de varias de estas actuaciones. Sus seguidores se entregan sin condición a la calidad y la pasión con la que Y&T despliega sus canciones de toda la vida, las de ayer y las de hoy. Y recalco esto porque teniendo en cuenta que desde 1997 hasta 2010 no editaron nuevo material de estudio (con lo que por lógica pura su repertorio debe ir repleto de longevos temas) hay que destacar la validez y el apoyo que encuentran en la concurrencia los temas de su último álbum de estudio “Facemelter”, de cuya edición ya pasan 5 años.

Sus dos horas de actuación se abrieron con la habitual intro “From The Moon”, dando paso a un incendiario “Hurricane”. Pese a sus continuas visitas y a contar en su repertorio con sus infalibles temas, siempre han cambiado en parte el orden y los temas interpretados, lo cual se agradece y demuestra la grandeza de su legado. No son estos un grupo de un hit; ni siquiera de unos pocos, aunque todos tengamos en mente ese “Forever” con el que casi parece obligado acabar, tanto por su significado, ideal para decirnos adiós, como por el éxito que cosechó para la banda.

Así que en este arranque pudimos disfrutar de temas de diferentes épocas como el mencionado, perteneciente su “Earthshaker” de 1981, “Hard Times” de un “Ten” editado en un momento de declive para esta música como 1990, “L.A. Rocks” de un disco hoy bastante protagonista con varios temas como “Contagious” de 1987 y el tema de los Y&T del siglo XXI “How Long”.

Los Y&T de la actualidad vienen a ser los Y&T de siempre, pese a cambios de formación y que sigamos echando de menos gente como el mítico y tristemente desaparecido Phil Kennemore en el bajo. La figura de Dave Meniketti lo envuelve todo, todo lo toca con su magia y a todos encandila y arrastra cual flautista de Hamelín, solo que con una guitarra y una voz que se funden en un único sentimiento. Y no con ello se desmerece para nada la labor de un carismático John Nymann a la guitarra, que no dejó de regalar púas y de gesticular a las concurrencia; el seguro Mike Vanderhule en la batería y un Brad Lang que cada vez disfruta más con la banda. El tipo no para. Son la base donde el propio Dave se apoya con total garantía sabiendo que no solo cumplen, si no que pueden mostrar también su brillantez individual, como en un “Dirty Girl” donde compartió los solos con su compañero a la guitarra. Y en una faceta que siempre es espinosa para la mayoría de grupos ellos hacen una labor perfecta. Hablo de los coros, faceta en la que todos los componentes de la banda toman parte con un resultado en riguroso directo del que deberían tomar nota los que piensan que esto no se puede hacer con efectividad sobre un escenario.

Tienen una forma de estructurar el repertorio que dista mucho de ir a lo fácil. Así, por ejemplo, uno de sus grandes himnos como “Mean Streak” cae en la primera parte del concierto, no muy separado de otro cañonazo que también dio nombre a otro de los grandes discos de los 80 como es “Black Tiger”. Cartas que muchos se reservarían de cara a la recta final del concierto, pero como digo Y&T es mucho más que un grupo de unos singles que todos estamos esperando mientras que el grupo reparte otros temas de su trayectoria que pueden dejar más indiferente al personal. Aquí de principio a fin estamos ante enormes canciones de hard rock. Considero que no hay banda de estadios que supere el conjunto de obras de Y&T.

Su público es conocedor de esto y tampoco van a lo típico. Así en un momento de la descarga alguien gritó ¡¡¡“Lonely Side Of Town” plaese, is my favorite song!!! Y aunque ésta no estaba en el repertorio, tras afinar su guitarra y dar Meniketti la entrada no hizo falta más para que la banda le siguiera y correspondiera así gustosamente a la petición. En unos conciertos cada vez más estudiados y mecánicos, ¿cuántas bandas hacen esto hoy? No fue además el único guiño, ya que también improvisaron un “Don´t Wanna Loose” a petición de la concurrencia. Y no por esto recortaron un set donde no podían faltar algunas de sus canciones más grandes, como un “Midnight In Tokyo” que marcó otro momento álgido.

Además la banda tiene el acierto, bajo mi punto de vista, de no excederse a la hora de cortar temas emblemáticos para que el público repita interminablemente un estribillo o un simple tarareo. Tan solo unos pocos gestos hubo en este sentido por parte de un Meniketti al que oírle cantar y ver tocar la guitarra es un autentico lujo. Y este no necesita excesivo descanso a sus casi 62 años, con lo que no se escuda en ninguna pérdida de tiempo a lo largo de su descarga. Un ejemplo.

Otro momento de los memorables es siempre “I Believe In You”, donde no solo el personal presente entre el público, sino sus propios compañeros señalaban a la figura del guitarrista ante su habitual alarde de sentimiento. Se podrán usar más técnicas a la hora de tocar, pero transmitir más parece imposible. Por mucho que la vea en directo, su interpretación siempre parece mostrar algo diferente en función de la inspiración que en ese momento fluye del alma del músico hacia sus manos. Tremendo e inenarrable con palabras.

Entre estos momentos sublimes tampoco había tregua con temas de la categoría de “Rhythm Or Not”, “Take You To The Limit”, “Cold Day In Hell” o “Eyes Of Strenger”. “Contagious” nos enganchaba a un momento cercano a la despedida con algunos de los temas más recientes, intercalando en medio un “Summertime Girls” que por muy clásico que sea, y aunque algún nostálgico se me enfade, no creo que le vayan a la zaga. Porque tanto “I Want Your Money” como sobre todo “I´m Coming Home” estuvieron mucho más que a la altura. De hecho, este último antes de los bises fue uno de los que más pasión hizo emanar por parte de la banda.

Entre los vítores de los presentes reapareció la banda en escena con “Open Fire”, cañonazo donde los haya para retomar la conexión con un entregado público al que solo le quedaba estallar con “Forever”, con tal emotividad que pareciera que nunca la hubieran interpretado en directo. El paso del tiempo no solo no hace mella en estas canciones, sino que se ven más blindadas de un dorado componente de emotividad y calidad sin límites.

Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MariJose Martin (mari@lamiradanegra.es)