CRÓNICA: VIRGIL & THE ACCELERATORS

VIRGIL & THE ACCELERATORS

30 – 09 – 15

Barakaldo (Edaska)

Con tan solo 24 años Virgil McMahon se ha convertido en uno de los guitarristas más extraordinarios a nivel internacional. Hace menos de un año ya lo demostraba sobre nuestros escenarios, pero no está de más nunca volver a presenciar un directo de un prodigio como este. La sala Edaska de Barakaldo fue la elegida para abrir eta nueva gira estatal presentando su segundo disco bajo la denominación de Virgil & The Accelerators, “Army Of Three”.

Virgil & The Accelerators se compone aparte de por el propio Virgil a la guitarra y voz por su hermano a la batería Gabriel McMahon, que como instrumentista es otro auténtico monstruo. Y, hasta antes de esta gira el puesto de bajista lo ocupaba Jack Timmis, pero pocos días antes se anunciaba su marcha y la entrada de un portento llamado Joel Wildgoose, que demostró ser una bestia sobre el escenario. Además se anunciaba también su capacidad vocal, aunque de momento en este grupo los temas están compuestos para la voz de Virgil, pero habría oportunidad de disfrutar de la voz solista del bajista al final de la descarga.

Sonidazo tremendo el que nos recibió en la Edaska con la actuación recién iniciada. La peña se enganchó rápidamente con un arranque idéntico al de su último disco de estudio, con “Take Me Higher” y “Blow To The Head”. “All Night Long” continuaba con esa introducción en temas de labrada instrumentación, donde el guitarrista ya impresionaba con su forma de tocar las seis cuerdas. “Give It Up” fue el colofón a este arranque, con su frenético estribillo que pone en marcha a cualquier difunto.

A partir de ese momento habría más espacio para los solos de guitarra, para temas más centrados exclusivamente en la parte instrumental, en la que como a los grandes clásicos, a pesar de su corta edad, le gusta explayarse a este joven hacha. Sin ir más lejos es remarcable “The Storm”, un tema instrumental que sonó fortísimo, con un inicio y un final muy duro y una parte central cosida por los solos del guitarrista. El nuevo miembro es clave en la forma de sonar tan cruda, más de lo que recordábamos cuando pudimos verles en el Crazy Horse de Bilbao

La variedad que ofrece la banda les hace saltar del blues al hard rock con gran facilidad Para muestra ese excelente “Backstabber”, con un aire muy propio del hard rock de los 70. Más blues resulta el extenso “Free”, con un gran estribillo.

Pero si hubo un momento en el que ya la gente sucumbió ante el alarde de maestría a la guitarra de este chico fue con “Silver Giver”, rescatado de su primera obra. Sensibilidad para captar colores y matices con su guitarra verdaderamente ilimitados. Y tal vez no sea justo recluir todo a la figura del guitarrista, porque sus compañeros bordaron la descarga y no fueron pocos los que también señalaban la categoría a la batería de Gabriel.

Y para nada se quedaría apartado Joel, que tuvo su momento cumbre en “Rock & Roll” de Led Zeppelin, donde se hizo cargo de la voz con una fuerza arrasadora. Tenía hambre de micro a tenor de cómo se mostró en un tema que alargaron e interpretaron a su particular manera. Solo le faltó dejar que el público cantara por sí solo alguna parte del estribillo, porque en ese momento la sala Edaska arreciaba junto a la banda y podría haber sido espectacular.

Ya lo fue, de hecho, la calidad desplegada por un grupo de jóvenes talentos, con Virgil McMahon al frente sembrando admiración en cada recinto que pisa.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)