CRÍTICA: DYSRIDER – BURY THE OMEN
DYSRIDER
(Bury The Omen)
7´5/10
Tanto se ha hecho dentro de la mezcla de voces líricas y agresivas dentro del metal que es prácticamente imposible innovar al respecto utilizando esos recursos, Y precisamente innovar, no innovan absolutamente nada Dysrider, pero la calidad que desprende su debut “Bury The Omen” es digna de consideración. De hecho, si estás entre los que gustan de grupos como Stream Of Passion o Epica, por poner unos ejemplos, creo que este grupo va a encajar perfectamente entre tus gustos, y le vas a sacar partido a la indiscutible calidad técnica y compositiva de estos temas.
La banda se sustenta en su vocalista masculino, teclista y programador Jonathan Pellet, que ha compuesto la práctica totalidad de los temas, salvo “Story Of Power” donde le ha echado un cable el productor, guitarrista y bajista en este disco Vladmir Cochet, que de paso también ha metido voces en el mencionado tema.
Tenemos unas canciones de alternancia vocal constante, entre agresividad extrema de la voz masculina y la melodía de la voz femenina, algo que no deja de resultar previsible, pero vistoso igualmente como queda patente en “Against Your Hold” o el propio “Bury The Omen”. La parte instrumental resulta durísima, contando con una producción remarcable, llega a tener tintes de thrash metal, pero con una limpieza y elegancia en el sonido que si cabe le da aún más fuerza al resultado de los temas.
La banda cuenta con un halo oscuro en un estilo que se ha venido en denominar como gótico, si bien considero que esto está más cerca de un metal sinfónico o incluso progresivo. Son constantes las orquestaciones, aunque tampoco abusando o poniéndolas en un plano excesivamente ampuloso. Hay intención de que la obra resulte netamente metálica.
En el plano más preciosista podría colocar un “The Reckoning” donde la voz de la vocalista Joëlle Graz, que también aporta el cello en algunos momentos, se erige como principal guía, dejando un poco de lado el toque extremo de Dysrider. Y si hablamos de progresivo, no os perdáis la pieza final “Embers Reflection” de más de 8 minutos, con cambios de ritmos bestiales y donde los músicos lo bordan, aunque a tenor de todo lo escuchado anteriormente ya había quedado clara la categoría musical de estos suizos.
Estamos ante una obra sin mayores sorpresas, con el colorido habitual de la unión y alternancia de voces masculinas y femeninas, alternando lo melódico y lo extremo con un trato musical exquisito, donde hay pasajes para el disfrute absoluto de los amantes del virtuosismo más duro y metalero. En ese aspecto lo bordan.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN AIDICIONAL:
Sello: Tenacity Music
