CRÓNICA: HOMENAJE JOSEBA AMARO CORPAS

HOMENAJE JOSEBA AMARO CORPAS

HAMLET + VITA IMANA + QUAOAR + DABELYU + THE NAME + MÉDULA + LATE TO SCREAM + HUICIDAS

Sábado 8 de Agosto de 2015 – Antiguo campo de fútbol – Urduliz, Bizkaia

El 19 de febrero del presente año 2015 quedará marcado como el de la fatídica fecha en la que Joseba Amaro Corpas, guitarrista de Dabelyu, nos dijo adiós a la prematura edad de 42 años, a tan solo una semana de su cumpleaños. Joseba se dirigía a ensayar con su grupo montado sobre su moto cuando un infarto interrumpió su trayecto, haciendo que aquel suceso se anunciara en principio como un accidente. La noticia sacudió su entorno de familiares y amigos, así como a toda la escena vizcaína, siendo una de las noticias más trágicas y heladoras que personalmente hemos recibido en los últimos meses. Repentinamente nos habíamos quedado sin un gran músico, pero fundamentalmente sin una gran persona, de lo que damos fe todos los que tuvimos la suerte de conocerle. No poder decir adiós siempre deja una espina clavada en el corazón que, al menos en parte, pudo ser aliviada con este homenaje póstumo que estamos seguros le llegaría allá donde esté.

Desde la mañana fue una jornada de fuertes emociones en las que se dieron cita las dos pasiones de Joseba, las motos y la música. Por la mañana se anunciaba ruta motera entre otras actividades que incluían el poteo y comida popular. Por la tarde y por la noche llegarían al antiguo campo de futbol de su localidad, Urduliz, los conciertos en dos tandas, en primer lugar con grupos locales que desde las 16:30 amenizarían la tarde, todos ellos teniendo alguna relación con el homenajeado, y finalmente con las actuaciones de Quaoar, su banda Dabelyu y los cañeros Vita Imana y Hamlet como colofón, que no solo se apuntan a cualquier bombardeo, sino que además ponen los explosivos. Cada banda tuvo en su pensamiento y en su corazón a Joseba, para el que en todos los casos tuvieron algunas palabras. Por y para Joseba, rezaba el telón que con su imagen al lado de sus hijos presidiría desde el fondo del escenario todas las actuaciones. Y así fue, en su honor y en su memoria.

Urduliz nos acogió con un agradable sol, muy distante de la intermitente lluvia que habíamos tenido por la mañana. Una gran noticia, aunque no pudiera el cielo contener completamente las lágrimas que a los presentes también se les escaparían puntualmente entre el gran ambiente reinante, apareciendo la lluvia de manera leve y puntual. Como si fuera el reflejo de nuestras propias emociones.

Llegamos con la actuación de Late To Scream en su fase final, demostrando ante un público nutrido a esa temprana hora de la tarde que su corta edad es la contraposición al gran futuro que les espera. Antes que ellos tocaron los locales Huicidas, a los cuales pedimos disculpas por no poder llegar a ver. La jornada iba a ser larga en todo caso, y finalmente agradeceríamos no haber perdido excesivas fuerzas para aguantar hasta las 3 de la madrugada. Quedaba mucho por delante.

Médula fueron los siguientes en salir, para mí, banda totalmente desconocida, pero que refleja una solidez metalera muy interesante. Cuentan a la guitarra con un viejo compañero de batallas de Joseba Amaro, con el cual comenzó a tocar. Emocionado lo comentó ante el público.

Muy especial fue la actuación de The Name en formato trío marcándose un acústico que nos permitió ver cómo la potencia de “Si No Hay Perdón” o “Aquella Vez” puede ser llevada a esta tesitura manteniendo una fuerza y una vitalidad totalmente plenas. Pese a que es un formato más propio para recintos pequeños, donde el público esté más cerca y pueda mantener mayor atención, lo cierto es que se ganaron al personal. Mención especial entre sus temas propios para un emotivo “Aún Sigo Ahí”, precioso y emocionante. Terminaron su concierto con dos grandes versiones que hicieron las delicias de los presentes, como fueron el “Here I Go Again” de Whitesnake, una de las bandas que gustaban especialmente a Joseba Amaro, y posteriormente un pequeño medley en homenaje a Ronnie James Dio, del que interpretaron a medias el “Holy Diver” y el “Heaven And Hell”. El hecho de hacer el concierto de forma acústica le dio un punto muy especial a la descarga; dejándonos, eso sí, con las ganas de ver al grupo reconstruido en eléctrico con todas sus piezas en próximas semanas.

Entre los actos extramusicales organizados tuvimos dos puntos de lo más emotivos. No creo que cuando Nahikari, la hija de Joseba, salió al escenario a leer unas palabras dedicadas a su padre, hubiera alguien que no sintiera un nudo en la garganta, y esas lágrimas a las que costaba cerrarles la puerta. Otro momento protagonizando por niños fue la suelta de unos globos, que volaron hacia el cielo al grito de por y para Joseba. Todo esto engalanaba las actuaciones en homenaje a una persona que sin estar físicamente ya entre nosotros, estuvo muy presente.

Porque las personas que se van dejan en esta vida pedazos de sí mismos. Un pedazo de Joseba es su banda Dabelyu que se ha rehecho para continuar hacia adelante, con un nuevo trabajo en camino del cual ya han adelantado tres temas y con nuevos miembros en sus filas. Actualmente Alai Yarza compaginará su labor en la batería de Adgar con su puesto en los vizcaínos y Jose Fuentes ocupa el puesto vacante a la guitarra. Se mantienen Gorka a la otra guitarra, Koldo al bajo y Ángel en la voz, además de compañero de Joseba, primo, principal impulsor de este homenaje y maestro de ceremonias, no pudo dejar de mostrar su emoción en no pocos momentos.

La banda funcionó a las mil maravillas. Defendiendo sus temas de “11” como el propio tema homónimo, coreado por todos los presentes, o “Como Cristal”; y presentando unos portentosos nuevos temas donde su guitarrista pudo dejar impresa su mano antes de morir. Y qué buena pinta tienen “Irreversible”, “Misera Vanidad” e “Infame”, donde la banda se ha hecho más solida, pero a la vez más versátil, con unos estribillos de los que enganchan ideales para los directos. La versión de “Roots Bloody Roots” de Sepultura contó con la colaboración de Javier Cardoso, improvisada, a tenor de la cara que se le quedó a Angel cuando vio a su lado al vocalista de Vita Imana. Pues fue uno de los momentos de la noche. Mucho corazón el que siempre ha puesto Dabelyu en sus descargas, pero en esta ocasión eso se multiplicó para que todo esto llegará hasta el otro lado del cielo.

Quaoar eran los que, en principio, quedaban un poco fuera de la caña reinante en las otras propuestas, pero no por ello su descarga fue menos intensa, ni obtuvo una peor respuesta por parte de un público entre el que vimos a gente llegar al frenesí con sus canciones. Siguen presentando “Dreamers, Dreaming”, su tercer disco, pero el comienzo de su descarga fue para “Mememto Mori”, de su anterior “The River & The Soul”, precisamente como regalo para Joseba al tratarse de su canción favorita de la banda, según explicó Iñigo, que una vez más se mostró como un colosal cantante capaz de rasgar su voz y de bordar sus tonos más limpios. Ese sube y baja nos hizo volar con la banda una vez más sobre temas como “A Big Hole”, con una banda capaz de tendernos una alfombra mágica sobre la que volar con ellos por estas canciones sin fronteras.

Siempre tienen el problema del tiempo cuando están en carteles de este tipo, con lo que nos tuvimos que contentar con seis canciones en las que la banda se explayó como ya sabemos, con virtuosismo, pero sobre todo con un sentimiento que hace de su música mucho más que palabras. Y eso que tienen un single, como bien diría el vocalista, como es “Tough Guy”, uno de los temas más concisos de su repertorio.

Era un día duro para ellos, habiendo perdido de manera trágica a un amigo el día anterior al concierto, así que “Goodbye” tuvo un significado muy especial. Los pelos simplemente se erizaban y se palpaba la emoción en una actuación muy diferente a la de sus compañeros de cartel, pero igualmente fuerte y desgarradora para el que sepa interpretar todo lo implícito en la música de los vizcaínos, que a tenor de lo visto no fueron pocos.

Se implicaron con la causa Vita Imana de una manera que les honra. Uno de los grupos que son auténtica carne de escenario no dudó en venirse desde Jaén, donde tocaron la jornada anterior, a lo cual ya hay que sumar su actuación de madrugada en el Leyendas Del Rock. Pues a los madrileños todavía les quedaba munición para ofrecer una de sus devastadoras descargas.

Puede que porque se hubiera hecho algo tarde, ya que los conciertos comenzaron con hora y media de retraso, o porque la noche había refrescado, de nuevo con ligeras gotas cayendo del cielo puntualmente, lo cierto es que pareció costarle más al grupo que en otras ocasiones entrar y conectar con el personal. Y eso que el inicio fue a por todas con “Gondwana”.

Pero Vita Imana tiene clase y saben como gastárselas en un escenario, con lo que caldearían la noche poco a poco hasta conseguir finalmente montar la fiesta extrema a la que nos tiene acostumbrados. “Ablepsia” fue uno de esos toques en los que aquello comenzaba a arrastrarnos con ellos definitivamente, con un frontman cada vez más entregado, hasta el punto de acabar mezclado con el público haciendo ese habitual juego de agacharse todo el mundo y terminar saltando metido en el meollo.

De hecho esa recta final donde vimos esa imagen dejó el pabellón bien alto. “Paranoia” incitaba a la locura, meta que consiguen para posteriormente aparecer Ángel de Dabelyu con la guitarra del homenajeado Joseba, la cual colocaría como testigo en el escenario, para colaborar junto a la banda en “Un Nuevo sol”. Unidad y entrega refleja “Seis Almas”, otro de los destacados de una descarga nuevamente brutal.

Puede que no sean ni los mejores músicos, ni el grupo más original aunque incluyan unas percusiones que le dan ese punto tribal, pero las tablas están ahí y la fama cosechada sobre un escenario la abalan en cada nueva actuación. “Romper Con Todo” y “Quizás No Sea Nadie” nos llevaban a un final donde volvieron a convencer, algo que han hecho siempre que les hemos visto en directo.

No era la primera vez que se veían las caras en un escenario con Hamlet. Si los otros con tres discos parecen ya unos clásicos tras tanta carretera a sus espaldas, Hamlet lo son con todas las de la ley. Son años de constancia, de evolución musical y de riesgo en sus discos, lo que no siempre ha contentado a todos sus fans, pero en sus directos siempre se han mantenido firmes como una roca.

Vienen presentando su última obra “La Ira”, con el que se les ve muy contentos, pero su repertorio comenzaría de una manera muy diferente a la de presentación de nuevo disco. De hecho Molly nos emplazaba a ver a la banda en sala si queríamos ver más temas de ese disco, que también tuvo su representación a lo largo de una descarga con temas como “Imperfección” o “Lamento”. Pero el inicio de actuación ya suponía una declaración de intenciones, arrasando con “Egoísmo” desde el principio, o “Muérdesela”. No tardaríamos en ver el primer wall of death.

Hasta en no menos de cuatro ocasiones tuvieron palabras de referencia para Joseba, teniendo tan claro el motivo del acto en el que participaban como que ellos habían ido allí a darlo todo. Y así lo hicieron una vez más con un vocalista en plena forma al lado de un Luis Tárraga que no le iba a la zaga, impulsándose ambos incansables en constantes saltos desde la plataforma central. Más comedido estaría Ken HC, pero afianzado en la banda tras sustituir a Alberto Marín, haciendo impactar sobre nosotros unos temas que sin esa solidez de todos los miembros no tendrían el mismo efecto demoledor. Actitud y puesta en escena que con el paso de los años parece hacerse más imponente, respondiendo en todo tipo de escenario, en todo tipo ambiente y en cualquier actuación que tengan que dar. Un seguro para cualquier promotor.

“Limítate” resultó, cuando ya habíamos entrado de lleno en la descarga, todo un subidón. Un tema que tal vez no sea de los que primero se nos vengan a la mente cuando hablamos sus clásicos, pero que personalmente siempre que lo he visto interpretado me ha parecido de lo mejor de su descarga, en competencia directa con cualquiera de sus canciones más reconocidas.

Uno de los temas que adquirió especial significado fue “Denuncio A Dios”, con palabras precisamente para ese Dios por dejar que ocurran cosas tan injustas como la que aquí nos traía. Pese a unos momentos de lluvia nadie se movió de allí, siendo agradecido el hecho por un Molly sin camiseta prácticamente la mitad de la descarga, al que el hecho de mojarse parecía importarle bien poco. Nada ni nadie parece poder parar a este hombre cuando está en un escenario. El paso de los años no le están sentando nada mal. Se le ve en una condición física y vocal increíble y cuando ruge, solo queda rendirse a sus pies.

Le dio por acabar “El Mundo En Pausa”, con la colaboración nuevamente de Ángel, con un guiño al “Painkiller” de Judas, con unos registros desgarrados. Y la recta final pudo ser algo más previsible que la inicial, pero no por ello menos disfrutada. “Imaginé” con un sonido más nítido les hubiera quedado de cine. Es de agradecer que sigan manteniendo en un puesto relevante un tema de una época no en todos los casos entendida por sus seguidores, No ocurre lo mismo con un “Irracional” siempre entregado y, por supuesto, con “J.F.” en el que Molly quiso colocarse la camiseta del evento. Comportamiento de 10 por parte del grupo, no solo porque cumplieron como siempre en cuanto a su actuación, sino por el compromiso con un acto de estas características, que siempre hace que los conciertos no tengan exactamente los mismos ingredientes que en condiciones normales. Ellos lo entendieron perfectamente.

De hecho se encontraron con un final donde de nuevo alguna lágrima pudo aflorar en más de uno al aparecer en escena Amaia, mujer de Joseba, emocionada a la vez que agradecida. La tristeza de un adiós se encontró con la alegría de recoger todo el cariño profesado hacia la persona de Joseba Amaro Corpas en una inolvidable jornada. Dicen que nadie muere mientras sea recordado, así que tras lo vivido en Urduliz el 8 de agosto de 2015 hay que afirmar que Joseba seguirá vivo por mucho tiempo.

Texto: Antonio Refoyo (www.lamiradanegra.es)

Fotos: Mari Jose Martin (www.lamiradanegra.es)