CRÓNICA: TESTAMENT + EXODUS + UNEARTH

TESTAMENT + EXODUS + UNEARTH

19 – 05 – 15

Bilbao (Santana 27)

Dos pesos pesados del thrash metal, dos de los pioneros, se unían en un cartel demoledor al que se sumó Unearth. El gran nombre de los grupos en liza y que últimamente no andamos excesivamente saturados de grandes conciertos en la zona contribuyó a que la noche de martes en Santana 27 respirara prácticamente como si de cualquier viernes o sábado se tratara. Me fue imposible aparcar tan cerca de la puerta de la sala como habitualmente, lo cual era buena señal. Multitud de metaleros se acercaban a la puerta para terminar poblando una sala que ardería en el infierno del sonido más genuino de la Bay Area.

Antes de que eso ocurriera Unearth repartirían algo de metalcore. No pude verles el concierto íntegro, pero lo que pude disfrutar fue demoledor. No engancharon demasiado con el público por su estilo diferente al thrash metal old school lógicamente imperante entre las preferencia del personal, por ello muchos tal vez no recuerden demasiado que antes de los colosos que continuarían hubo una buena banda repartiendo estopa de una manera diferente, pero igualmente arrolladora. Por ello merecen una referencia, aunque su tiempo fuera escaso. Al menos contaron con un buen sonido, lo cual contribuyó a su imponente sensación.

La fuerza desplegada por Unearth la realzarían Exodus, con un Steve Souza que se ganó al público incluso antes de comenzar a atronar su música. El vocalista retornado a la banda se mostró simpático y comunicativo con el respetable desde el mismo momento que pisa las tablas. Con él Exodus recuperan ese filo thrash metal que con Rob Dukes habían dejado atrás. No en vano, nada tuvo que ver este concierto con el que vimos hace unos años por parte de los americanos en esta misma sala.

Esta noche el agrado y la respuesta del personal se dejaron notar desde bien pronto, aunque nos faltara Gary Holt a la guitarra, cuyo puesto fue bien suplido por Kragem Lum de Heathen. El grupo funcionó muy engrasado y metieron zapatilla sin tregua desde el inicio con “Black 13” y “Blood In, Blood Out”. Estos temas nuevos registrados con su clásico cantante recuperan la esencia de los viejos tiempos, algo que enciende a los viejos seguidores. Aunque los clásicos todavía se harían esperar, puesto que “Iconoclasm” y “Children Of The Worthless” continuarían la descarga.

“Piranha” fue el primer momento en que el grupo miró hacia mediados de los 80, con un trabajo referente como “Bonded By Blood”, que no podía dejar de tener protagonismo, como más adelante demostraría el tema homónimo. En “Salt The Wound” Steve Souza recordó a Kirk Hammett, miembro fundador de la banda y que actualmente ha tenido el detalle de participar en este nuevo tema de su ex grupo.

Esta parte intermedia del concierto alternó temas nuevos como “Body Harvest”, el cual dijeron tocar hoy por segunda vez, con clásicos como “Pleasures If The Flesh”, resultando en este tramo de lo más destacado “Blacklist”. “Tempo Of The Damned”, con el que regresaron en 2004 tras 12 años de silencio, poseía temas tan brutales como este o como “War Is My Shepherd”, que también cayó con fuerte impacto antes de un final que buscaba tirar aquello abajo. Los pogos, si cabe, se hicieron más grandes y violentos con “The Toxic Waltz” y con un final “Strike Of The Beast” que fue el toque de gracia definitivo, con el que nos dejaban empapados en sudor y con más de un contusionado. Arrolladores y entregados los músicos justificaron su consideración de grupo imprescindible para entender qué es el thrash metal.

Con tan tremenda sensación incluso nos preguntábamos si Testament superarían aquello o, al menos, si lo igualarían. Las dos bandas contaron con un tiempo similar sobre las tablas, pero eran estos últimos los que tenían todo el escenario para ellos, algo que aprovecharía un frontman de los más grandes que jamás haya dado este estilo de música. Chuck Billy con su curioso pie de micro, el cual utiliza a modo de imaginaria guitarra, como si él mismo estuviera contribuyendo en los riffs, se mostró como una auténtica bestia escénica. Su imagen es de las que imponen, pero es que sigue mostrando unos brutales registros, con el filo de una navaja o la fuerza del rugido de un león. Y es que la tormenta sonora estaba servida.

Testament se decantaron mucho más por los temas clásicos que sus compañeros de cartel. “Over The Wall” y “The Haunting” era una muestra de la tromba que se nos vendría encima. No dejaron de repasar discos más recientes que aquellos de los 80, como fue el caso de “Rise Up” o “More Than Meets The Eye”, que también demostraron una robustez a prueba de bombas.

“The New Order” seria el disco al que rendirían prácticamente un homenaje especial, con un buen puñado de temas como “The Preacher·”, “A Day Of Reckoning”, “Eerie Inhabitans”, “The New Order”, “Trial By Fire”, “Disciples Of The Watch” o el espectacular “Into The Pit”, que provocó maremotos entre la concurrencia. Este tramo tan solo fue alterado por un rescate de su debut del 87 “The Legacy” con la interpretación de “First Strike Is Deadly” y por un arrasador “Practice What You Preach” de otro disco de los 80, en concreto de su homónimo del 89. Con este arsenal podéis imaginar la que se montó en el recinto. Apoteósico.

Parecía ya no se podían engrandecer más las sensaciones, pero la banda regresó con un par de temas más, como fueron “D.N.R” y “3 Days In Darkness”, alargando un final que tanto grupos como público querían retrasar. Testament pretendieron que no quedara ni un solo ladrillo en pie y vaya si lo consiguieron. La que prometía ser una de las giras del año no decepcionó lo más mínimo. Seguro que al hacer balance al final de año de los mejores momentos nos vendrá a la mente esta noche de puro thrash metal como uno de ellos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)