CRÓNICA: THE MUGGS + ELDORADO

THE MUGGS + ELDORADO

14 – 05 – 15

Vitoria-Gasteiz (Jimmy Jazz)

Todo un lujo poder ver en directo a dos bandas tan tremendamente inmensas en un mismo cartel. The Muggs desde Detroit venían con nuevo disco bajo el brazo de título “Straight Up Boogaloo” y lo mismo hacían los madrileños Eldorado, regresados de su gira europea presentado su “Karma Generator”, “Babylonia Haze” en su versión anglosajona.

Y es que cabe destacar la apuesta del grupo por internacionalizar su música, una música con un nivel de calidad, imaginación, clase, talento y cualquier condimento que la engrandezca, lo suficientemente importante como para no conocer barreras. Precisamente el inglés es un idioma que les puede ayudar a romper el hándicap de no entender su música fuera de España, pero sorprende que en buena parte lo mantengan como idioma principal cuando regresan a la península, algo que ocurrió en esta actuación de Gasteiz.

Aunque pienso que sería más lógico de vuelta a casa sacar a la luz sus temas principalmente en castellano, ya que es como nos los hemos aprendido por estas tierras, no resta ni un ápice de impresión a sus excelentes composiciones.

Esta era la cuarta vez que les veía en directo, precisamente con su cuarto disco, y ha sido la ocasión en la que he visto al grupo más brillante, cualidad siempre expresada en sus discos y sus directos. “Karma Generator” ha sido también el disco que, personalmente, más me ha impresionado de su carrera. Un disco en el que emulan a cualquier grande de la historia del rock de los 70, pero con una condición muy importante, ser ellos mismos. A estas alturas el sello de Eldorado está grabado a fuego en su forma de construir y plasmar canciones.

La magia comenzó a surgir desde que arrancaron con “Karma Generator”. Tanto individual como colectivamente el grupo fue impresionante. El retornado Javier Planelles no ha tenido problema para tomarle nuevamente el pulso al grupo en la batería tras el fugaz paso de Christian Giardino por la banda. Y nunca mejor dicho lo del pulso, ya que su ritmo marca los latidos de unos temas, mientras que el bajo de un Cesar Sanchez espectacular hace circular ese engranaje de manera correcta para que la vida se refleje en esas guitarras de Andrés Duende, que definitivamente se ha desmarcado como un guitarrista con una soltura y calidad superior; y en los teclados y voz de un Jesús Trujillo que remata de manera estelar todo este castillo que se alza poco a poco hasta terminar siendo enormes canciones de rock inetiquetable y libre. En este sentido sus temas han cogido alas de manera definitiva.

Se centró el grupo exclusivamente en sus dos últimas obras. La referida en el anterior párrafo y “Paranormal Radio”. Jesús Trujillo cada vez tiene más protagonismo como teclista, haciendo la propuesta mucho más progresiva. Con ese teclado volamos en no pocos momentos de virtuosismo bien entendido. Un virtuosismo que nos transportó por temas que se extendieron como “Space Mambo”, donde vimos a un Cesar Sánchez luciendo en el plano solista.

Más adelante en “Lady Of The Mountain” y “Anohter Bright Sunday” lo harían sus compañeros en teclas, guitarras y batería, con previo inicio conjunto de guitarra y batería. No deja la banda de exponer temas más directos, como “Reactor” esta sí en castellano, al igual que “Hey Saturno”. Otras como “Goodbye & Carry On” en mi caso la seguía en castellano en mi mente, ya que ese “Puedes Decir Adios” es de mis temas favoritos de su última obra.

Dulce, pero a la vez de intensidad emocional suprema resultó “Flowers Of Envy”, continuada por una versión de “Somebody To Love” de Jefferson Airplane que engancharía a cualquiera. Aunque su música tiene un aspecto más profundo y penetrante, pero sin dejar de poseer un alma netamente roquera como demuestra “Hipernova”, tema directo para terminar la descarga con su versión inglesa “Mad Woman”. Curiosamente este es el tema que podríamos esperar para abrir la noche, emulando a su reciente nueva obra, mientras que “La Casa De Las Siete Chimeneas” podría ser el tema elegido para cerrar sus actuaciones, como uno de los imprescindibles de sus primeras obras que como single más repercusión tuvo, pero en este caso ellos se quedaron con sus dos trabajos más recientes, ambos con redondo material para embaucar a cualquier amante de la buena música, con un poder hipnótico que nos hizo que su estancia sobre las tablas se pasara de un plumazo, sin que ellos fueran unos teloneros de nadie, puesto que el tiempo prácticamente se los repartieron de igual a igual con The Muggs, cuyos miembros demostraron admirar a la banda madrileña disfrutando de su propuesta entre el público. ¿Quién no lo haría teniendo un poco de buen gusto y sensibilidad por el rock sin barreras?

The Muggs, por supuesto, no quisieron quedarse a la zaga. Los americanos concretan mucho más los temas, proponiendo algo más sucio y directo con una formación de trío que no necesita más condimentos. El idolatrado Rory Gallagher, al cual rinden su particular tributo con “Used To Be” es un espejo en el que el genial Danny Methric se mira claramente. Su imagen representando a la banda más fea del mundo, como ellos se hacen llamar, tiene un aspecto incluso cómico, pero musicalmente es un guitarrista salvaje, de los que sacan verdadero fuego de su guitarra. Le acompañan de manera impecable Todd Glass a la batería, otra bestia, y un elegante Tony DeNardo en su bajo particular en forma de teclado, para el que su mano izquierda se sobra y se basta para marcar esos ritmos y aportar muchísimo a cada canción.

La actuación de la manda americana se hizo también muy corta. Trece temas de puro rock, con una personalidad y una apertura de miras hacia toda latitud del rock que debería enganchar a cualquiera. Blues, rock e incluso algo de metal se unen en un coctel siempre incandescente, marcando el terreno que pisan para siempre.

“Slow Curve” arrancó una descarga en la que no habría demasiada tregua, cierto que se dejó notar el aspecto blues de sus temas, pero la banda fundamentalmente escupió potente rock duro, pleno de garra, genialidad y también un ápice de locura que les viene muy bien.

The Muggs no se olvidaron de primeras de temas de sus pasadas obras como “6 To Midnite” o un sabbathico “Sturm And Drang”. De su nuevo disco se quedaron con los temas más electrizantes, como son “Aplecart Blues”, “Fat City” o “Lighting Cries”. “Tomorrow´s Dream” es la adaptación personal de un clásico de Black Sabbath al que le dan mucha vida The Muggs.

Nos acercábamos a un final un tanto acelerado. La banda tiene repertorio para mucho más, pero el tiempo se agotaba y apenas sí pudieron meter un par de temas a modo de bises, cuando habían amagado con dejar el escenario. “Gonna Need My Help” fue lo último que nos ofreció por esta vez The Muggs, una banda de rock mucho más grande de lo que pueden indicar los aforos y ambientes de garito en los que se mueve.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)