CRÓNICA: MEDINA AZAHARA + TXIMINO

MEDINA AZAHARA + TXIMINO

27 – 03 – 15

Bermeo (Kafe Antzokia)

Sacar discos que calen en la gente, que emocionen a los seguidores y que atiendan al nivel de calidad de una trayectoria larga se complica con el paso de los años. Sin embargo, Medina Azahara lo han conseguido con su última obra “Las Puertas Del Cielo”, siendo reconocido por mayoría absoluta como una gran obra de los cordobeses. Con ese disco y toda su larga historia detrás de más de 35 años, uno de los indiscutiblemente grandes y referentes de nuestra música recalaba en Bizkaia en una única fecha en Euskal Herria en esta presente gira de presentación de su nuevo disco.

Pese a las diferencias culturales, los andaluces no tienen pocos seguidores por estas tierras, que si bien no llenaron el Kafe Antzokia de Bermeo, no dudaron en desplazarse hasta la localidad vizcaína, a más de media hora de curvas desde Bilbao, para presenciar la actuación de unos Medina siempre capaces de crear el más mágico de los ambientes en sus conciertos. Una banda que sigue siendo muy especial, diferente. Tanto es así que el propio público asistente a sus conciertos es de lo más variopinto. Desde los heavies habituales a los conciertos de nuestra música, pasando por gente que salvo con ellos poco o ningún contacto tiene con el rock, y llegando hasta un público muy exclusivo que probablemente no pise una sala de conciertos hasta nuevo aviso. Hay de todo, pero lo cierto es que el ambiente que se crea es precioso, ya que con esas diferentes sensibilidades conmueve ver cómo, cuando la buena música llega a la gente, surge una fantástica unión de sentimientos.

Porque podíamos hablar también de las diferencias de edades. Pudimos ver desde adolescentes hasta personas próximas a la jubilación, padres con sus hijos sabiéndose de la misma manera todo el repertorio de la banda. Insisto en que con unos grandes que además tienen ese cariz tan suyo identificado como rock andaluz, las emociones se tornan igualmente muy diferentes a las de cualquier otro concierto. Algo maravilloso.

Antes de ver a los cabezas de cartel tuvimos sobre las tablas, con bastante retraso sobre el horario previsto, a Tximino, grupo local facturador de un rock muy clásico con presencia importante de la armónica. Distan mucho de ser unos jovencitos pese a que nosotros no les conocimos hasta esta noche. Son gente curtida que han mamado muchos clásicos y lo intentan llevar a su manera a un estilo en el que meten el euskera como parte de una seña de identidad que, al igual que con los andaluces, refuerza sus raíces como componente indisoluble de su expresión. En este caso el rock anglosajón mezclado con el tono euskaldun.

No pasaron de entretener al personal, esperando el plato gordo como agua de mayo, pero sí se ganaron las ovaciones de rigor del respetable entre tema y tema. Lo que más desató el entusiasmo de los presentes fue su versión de “Hey Joe” de Jimi Hendrix. Podemos decir que sin llamar excesivamente la atención cumplieron el expediente de dar a conocer una propuesta de rock euskaldunizado que tiene su punto.

Se apretó el personal en las primeras filas para ver a Medina Azahara. Su actuación se podría dividir en varias partes. La primera sería la de presentación de su nuevo disco, por el cual la banda apuesta muy fuerte; la segunda sería un pequeño acústico con la inclusión de alguna balada.; la tercera un pequeño recordatorio de temas tal vez menos reconocidos, pero de un nivel que muestra a una banda prácticamente sin altibajos en la calidad de sus discos y con una continuidad que pocos grupos han tenido ante el paso de épocas mejores y peores para su música; y, cómo no, una cuarta parte con los clásicos por todos esperados, esos que conoce hasta el más despistado.

Con la ayuda de una gran pantalla tras la batería de Nacho Santiago para ambientar visualmente los temas de la descarga, la banda salió a por todas con un pequeño guiño al “Necesito Respirar”, a modo de bocanada de oxígeno para encarar la presentación de “Las Puertas Del Cielo”, recomendable nueva obra de la cual tan solo se ahorraron un par de temas. Me dio pena que no descargaran “¿Por qué Nos Mienten?”, compuesta por el bajista Juanjo Cobacho y que es de mis favoritas del disco. Tampoco pondremos en cualquier caso reparo a una actuación que contó con 26 temas interpretados ante su público, siendo lógico que con tan extenso legado siempre se puedan echar en falta canciones, si bien los considerados imprescindibles estuvieron presentes en la descarga.

En ese primer tramo las palabras más repetidas por parte de Manuel Martinez fueron muchas gracias. No una sino varias veces al terminar cada tema. El público respondió ante la presentación de estas nuevas canciones, entre las que podemos destacar ese single de claro tinte arábigo “Juegos A Media Luz” o los primeros y directos, de grandes letras y excelentes estribillos “Aprendimos A vivir” y “Niños De Cristal”. Pero si he de elegir uno, ese sería “Un Grito De Amor”, con mucho gancho para los conciertos sin ser un tema facilón. Paco Ventura, aparte de seguir tocando la guitarra como los ángeles, se había percatado de cómo una chavalilla en primera fila, acompañada de su padre, no había dejado de cantar ni una sola de las letras de sus canciones, así que la animó a subir al escenario para cederle su micro contribuyendo a los coros de “Grita”. Es una de las personas que jamás olvidará esta noche, contando además con estos buenos detalles por parte un Paco Ventura que no duda en bajar a las escaleras a marcarse un solo ante nuestras narices si así se le requiere. Al final se marcan un detalle enlazando con el estribillo de “La Fiesta Pagana” de Mago de Oz, que si bien personalmente no me resulta excesivamente llamativo, a muchos de los presentes les puso a saltar irremisiblemente

Esto dio paso a un pequeño acústico con el precioso “Otoño”, que sigue levantando mucha emoción, y “Siempre Estarás En Mí”. Dando paso a “Solo Y Sin Ti”, comenzando con un espléndido teclado de Manuel Ibáñez, acompañando a una voz de Manuel muy en forma. Ahora que no cuentan en sus filas con Manuel Escudero como colchón de esa voz principal, hay que decir que tampoco parece que le hagan falta muchos refuerzos al cantante de Medina Azahara. Los coros de sus compañeros son suficiente arrope para él y cuando se tiene que mostrar más al desnudo, como es el caso, no se le ve flojear. Aquí finalmente la banda termina ya en eléctrico, con triunfal entrada de la guitarra de Paco Ventura. Les hemos visto siempre con muy buenos músicos tanto a Manuel como a Paco, pero hay que destacar que más allá de virtuosismos se ve muy feliz a la actual formación del grupo. Tanto Nacho Santiago a la batería, como Juanjo Cobacho al bajo y Manuel Ibáñez al teclado no solo son excelentes músicos, sino que se les ve disfrutar, creando esa química necesaria para que fluya la magia.

Esta fluidez se dejó notar especialmente en el progresivo “Siempre Estarás En Mi”, que en principio no pensé llamado a ocupar uno de los momentos más tremendos en el plano musical de la actuación, pero así fue. Lo bordaron. Independientemente de que tal vez no ocupe un lugar privilegiado entre las preferencias el público “Tierra De La Libertad” fue otro de los destacados de la descarga, precediendo con este, “Palabras De Libertad” y “Hay Un Lugar” al momento que abrió el tramo de clásicos que por sí solos son un pedazo de historia del rock andaluz y del rock de habla hispana en general.

“Abre La Puerta” fue un homenaje a Triana que nadie en el mundo puede hacer como Medina Azahara. De poner el bello de punta. “Velocidad” fue simplemente fantástico, enlazando con el himno “Necesito Respirar”, nuevamente con invitadas en los coros de la mano de Paco, y esa versión de Módulos que muchos conocimos primeramente bajo la factura de Medina Azahara. Cierto que “Todo Tiene Su Fin” lo tengo tan trillado que me quedo con bastantes temas propios de la banda a día de hoy, pero es uno de esos que no puedes quitarle a su público y que ellos saben que en su día les abrió muchas puertas, con lo que no puede faltar. Fue la despedida inicial a la espera de más.

Y es curioso cómo el público que arrastra Medina Azahara puede disfrutar de temas comerciales, de estribillo fácil, o de un “Paseando Por La Mezquita” sinfónico y con gran despliegue instrumental. Esas dos vertientes las tiene completamente educadas la gente que sigue a Medina, algo que pocos grupos pueden conseguir aunar. De hecho, este clásico con el que retomaron los bises fue de los más demandados por sus seguidores. “Córdoba” resultó sublime, una gran canción para su ciudad que muestra a una banda capaz de hacer composiciones tremendas muy lejos en el tiempo de aquellos primeros años en los que siempre parece más fácil encontrar la originalidad. Emoción a flor de piel para terminar con “A Toda Esa Gente”, tema emblemático en el que perdura toda la pasión que ejemplifica las sensaciones de los conciertos de Medina Azahara, con presentación de la banda y emotivas palabras para sus seguidores, con segundos de silencio incluidos para las víctimas del extraño accidente de avión de los Alpes y alguien saltando no con poco sentido común: y sin echar la culpa a nadie que no pueda defenderse.

Simplemente una anécdota para terminar que va más allá de lo que suponen los conciertos de Medina Azahara. Unos conciertos en los que tanto puede llegar a su público el corazón puesto en cada uno de estos temas por los músicos, como llegará al corazón de la banda ver cómo esa gente, de toda índole y edad, se canta junto a ellos de manera totalmente entregada temas que han transcendido a etiquetas y a épocas. Historia llena de páginas brillantes que para nuestro gozo hoy se sigue escribiendo.

Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: Mari Jose Martin (mari@lamiradanegra.es)