Y&T

10 – 10 – 14

Bilbao (Kafe Antzokia)

 

 

Pocas veces puede estar uno tan seguro de que un concierto no va a defraudar como cuando nos visita Y&T. La banda, por fortuna, lleva unos años dejándose ver bastante por nuestra zona, pero uno no se cansa nunca de disfrutar del derroche de sentimiento y calidad de la banda de Dave Meniketti. Si además de eso se trata de una gira de 40 aniversario, estaba claro que íbamos a caballo ganador, con esa sonrisa en el rostro por parte de todos los asistentes ya antes del concierto, para al final del mismo resultar amplificada y terminar fundida con una mueca de admiración.

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Uno no sabe muy bien por qué algunos grupos no han pasado la barrera que separa a los grupos de salas de los de grandes estadios. Por trayectoria y porque estuvieron como pioneros en el momento clave de la explosión del heavy metal haciendo un estilo de marca propia, Y&T merecerían tener ese galardón de banda de estadios. Sin embargo, para bien o para mal ellos han quedado en esta división que les hace seguir tocando, pese a su grandeza, en recintos más recogidos. Algo que por otra parte tiene su encanto y no deja de ser un lujo. Los seguidores de los americanos bien sabemos que estamos ante unos auténticos grandes, pero el funcionamiento de este mercado del rock nos ha permitido seguir disfrutándolos en las distancias más cortas.

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Muchos factores pueden explicar este hecho. Tal vez ser un grupo diferente dentro de lo que se llevaba en los primeros 80. Se hicieron un nombre al calor del heavy metal, pero sin embargo, su estilo se adelantó al hard rock que vendría en la segunda mitad de esa década, momento para el cual ellos ya habían dejado obras maestras cuando los grupos melódicos irrumpían con más fuerza. También puede tener que ver el hecho de ser una banda que no ha basado su espectáculo en grandes producciones, dejando que la música hable por sí sola tan solo acompañada de la propia pasión de los músicos. Ni un simple telón con el nombre de la banda aparecería sobre el escenario esta noche. Es difícil encontrar la causa, pero lo cierto es que se ponga en frente el nombre que se ponga, por muchos millones de discos más que haya vendido o por muchos miles de personas de diferencia que haya en el aforo que sea capaz de congregar, no se me ocurre un grupo con el cual no compitiera, cuando menos, Y&T en cuanto a grandeza.

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De hecho, a ver quién es capaz de meter en su repertorio 24 temas como esta noche, sin saber muy bien cuál puede estar por encima del otro, y sin que buena parte del personal esté esperando a los hits más conocidos como ocurre con la inmensa mayoría de clásicos de nuestra música.

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Fueron más de dos horas y cuarto de concierto sin desperdicio, con máxima entrega, sin bajar la guardia, con una ejecución impecable, con un talento y un sentimiento cautivadores… Poca o ninguna tacha se le puede poner a la actuación de Y&T, salvo que la noche anterior en Madrid tocaron un tema más y que bien podría haber caído aquí también “Rock & Roll´s Gonna Save The World”. Que el pipa llevara la camiseta del Barcelona es la otra pega que se me ocurre.

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A sus 40 años de trayectoria el grupo ni siquiera tira de solos o de charlas con el personal para tomar un respiro. Allí priman las canciones, que hablan por sí solas, que tocan el alma de los seguidores, de quien siente esta música muy dentro. Ese feeling sale fundamentalmente de las cuerdas y la voz de Dave Meniketti, alma matter de este grupo en un estado de forma apabullante. Con los años no solo es que no haya perdido facultades, es que el grosor que ha adquirido su voz sin dejar de tener un registro reconocible hace más envolvente la calidez que desprende. Por otro lado, en sus dedos hay magia y es capaz de fundir voz y guitarra en un solo latir. Un hombre que se convierte en un gran cantante y en un gran guitarrista a la vez, sin tirar de alardes técnicos, en la más pura esencia clásica, pero sin dejar de transmitir un solo segundo. Por supuesto que su actual banda le escolta perfectamente, con unos tipos luciendo encantados de estar a su lado y de formar parte de aquello, con la sonrisa constante de Jhon Nymann en la segunda guitarra, el encantador Brad Lang sin parar en el bajo y el sobrio y efectivo Mike Vanderhule en la batería.

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Como gira conmemorativa que era la banda hizo un repaso a buena parte de su trayectoria, dejando a un lado sus trabajos de los 70, todavía con el nombre completo de Yesterday & Today, pero sí haciendo un recorrido por lo que emergió a partir de 1981 con la edición de “Eartshaker” ya como Y&T. Esa primera mitad de los 80 contiene buena parte de los himnos imperecederos de los de California, los cuales ocuparon buena parte del repertorio.

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Porque la cosa empezaba muy fuerte con “Rescue Me”. La banda tiene tan buenos temas que puede permitirse empezar con una baza tan fundamental como esta, que bien podría ir en los bises. Y es que salvo el inmenso “I Believe In You”, que erizó el bello antes de despedirse por primera vez y el final “Forever” diría que tampoco tiene por qué haber lugares estratégicos para sus temas. En cualquier momento pueden quedar de cine. De hecho, es curioso lo pronto que nos atacan con cañonazos de lo más clásicos como “Mean Streack” y “Black Tiger”, temas título de dos álbumes clave en su carrera.

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Saben que en cada disco nos han dejado canciones enormes de las que pueden tirar en cualquier momento. Incluso con la época dorada para su estilo pasada, puede rescatar temas como “Cold Day In Hell” de su “Musically Incorrect” de 1995, interpretado según sus palabras por primera vez en directo esta noche, y resultar una pieza igualmente destacada. Habrá que preguntarse por qué no la dejan en el repertorio para más ocasiones.

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Claro que muchos seguidores siguen añorando temas de sus discos clásicos, como “Midnght In Tokyo”, “Lipstick & Leather” o un medio tiempo tan emotivo como “Winds Of Change”, donde Meniketti se hace cargo solo del micro en el inicio, emocionando con su imagen ya empapada en sudor sintiendo desde dentro lo que nos canta. Al lado de estos temas nos encontramos con casos como el de “Don´t Be Afraid Of The Dark”, perteneciente a su disco del 90 “Ten”, pero resultando una pieza tan entrañable como si hubiera aparecido unos años atrás en el tiempo.

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Tras la década de los 80 la banda no ha ofrecido discos, ni mucho menos, con la continuidad de entonces, pero cuando lo ha hecho ha sido con argumentos. No en vano su última obra de 2010, “Facemalter”, fue el primer disco en 13 años. Sin embargo, no pudo defraudar a nadie. Por fortuna en esta gira conmemorativa no se olvidaron del mismo con dos temas tan brillantes como “I Want Your Money” y “I´m Coming Home”, codeándose al lado de “Contagious” o “Lonely Side Of Town” en una fase avanzada de la actuación.

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Si queremos hacer referencia a lo que transmite Meniketti con su guitarra no podemos pasar por alto “I´ll Cry For You”. Simplemente de llorar de felicidad por estar ante semejante maestro. La verdad que podría ir diciendo una a una cada pieza interpretada en el directo, cada una con su punto especial, como puede ser la fuerza de “Dirty Girl” y ese “Summertime Girls” que no por ser de sus piezas más comerciales deja de ser una gran canción. Pero no me quedo con momentos sueltos, me guardo todo el concierto.

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Para rematar, al contrario que en otras ocasiones, esta vez no faltó “Open Fire”, tema que no deberían ahorrarse nunca, pero que no siempre aparece en sus actuaciones. Para comenzar el concierto sería fantástico, pero también para regresar de camerinos con más fuerza si cabe, demostrando que la banda tiene fuelle de sobra pese a llevar dos horas encima del escenario. Lo corroboraron con “Hang ´Em High” y remataron con el que tal vez sea su tema más conocido, su gran hit, que ni de lejos nos suena tan repetitivo como otros grandes y rayados temas de los 80. Evidentemente hablo de “Forever”, que fue recibido con un clamor en la sala con su conocido inicio y dejando el recuerdo de ese grito final de Meniketti con el deseo interno de volvernos a encontrar. Sin necesidad de más palabras cuando la música dijo mucho más de lo que estas pueden evocar.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)