CRÍTICA: ETORKIZUN BELTZA – ZORAMENAREN MAISUAK

ETORKIZUN BELTZA

(Zoramenaren Maisuak)

7/10

Cada vez soy menos original a la hora de escribir críticas, así que me quedo directamente con la frase de presentación que tenemos en el facebook de este grupo formado en Gernika en 2008. ¡¡Acérrimos seguidores del heavy metal! Nuestra única intención es repartir estopa. De primeras yo me apunto. Así de claros son, ya que estamos ante una banda que presenta en este EP temas de llano heavy metal cantado en euskera, sin buscar reinventar el estilo, pero mostrándole una pasión y una fidelidad a este muy creíble que a los más tradicionales fans de las bandas clásicas les puede llamar la atención.

Que canten en Euskera no debe hacernos venir a la mente a los grandes Su Ta Gar, Latzen o Idi Bihotz, porque sin alejarse de ellos tampoco creo que sean una influencia tan cercana para Etorkizun Beltza. Me recuerdan a los Hira más heavies en algunos momentos, pero en cualquier caso, su honestidad en el estilo les lleva a que nos acordemos de la raíces del estilo procedentes de Inglaterra o Alemania. No intentan emular a nadie, pero no pueden ni quieren ocultar que han bebido de los grandes del estilo, plasmándolo con garra en un afilado sonido no exento de una buena y melódica voz acoplada al mismo. Bendición para los que gusten de estos sonidos.

Tenemos 6 temas cuya temática es preferible no dejar de lado. Hay mensajes concienzudos en “Infernuko Ateak”, “Natura Salgai” o “Zoramenaren Maisuak”. Evidentemente, cantando en euskera puede que a muchos fuera de nuestras fronteras les pase desapercibido este hecho, pero tampoco es imprescindible, puesto que la banda plasma el sentimiento pretendido más allá de las letras. Resultan punzantes cuando atacan con el cuchillo entre los dientes, pero siempre con meridiana claridad en el sonido y dando la cara. Captarás la épica de “Herensugearen Ehizarra” y la balada “Aingeru Begiralea” cautiva con su tratamiento de guitarra entrelazado y cristalino. Hay un trabajo en general de guitarras muy remarcable, alternando punteos, melodías, puentes, solos y riffs dando una vida a las canciones que refleja mucha frescura sin dejar de ser directos en ningún momento. Un nuevo ejemplo es el final “Metal Ohiua”, declaración de principios para una música a la que encumbran estos chicos en este EP. Desde la modestia y sin grandes pretensiones, sabiendo que este estilo vivió tiempos de gloria hace muchos años, pero que se puede seguir enarbolando su bandera desde el corazón, con buen hacer y con argumentos, pasando de modas y manteniendo vivo algo que muchos llevamos dentro de por vida.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL: