CRÍTICA: OBSIDIAN KINGDOM

OBSIDIAN KINGDOM

(Torn & Burnt)

8/10

Lo que está bien es mejor no tocarlo. Una máxima en la música y en la vida que suele ser bastante acertada. Sin embargo, hay excepciones. Una de ellas sin duda son los catalanes Obsidian Kingdom, Y es que en ellos el riesgo es la máxima que predomina por encima del resto. Sin riesgo y experimentación jamás habrían parido un disco como “Mantiis”, que nos dejó alucinando hace unos meses. Es por ello que en su caso licencias como estas se les puede permitir, ya que ante todo son fieles a sus principios, en los que salirse de normas es parte intrínseca de su personalidad. Así que han decidido remezclar un puñado de temas de su anterior obra y meterlas en este “Torn & Burnt”, con un sonido más ambiental y preponderancia de la electrónica en cada sonido que inunda nuestra estancia mientras gira el redondo.

Vaya por delante que este trabajo es una secuela que solo puede ser comprendido a partir de “Mantiis”. Es decir, que podemos apreciar el alma de aquellas composiciones en una forma totalmente distinta. El espíritu permanece en estos cortes, pero lo que le rodea puede ser completamente diferente. Es como si algo invisible hubiera salido de los originales y flotara en el ambiente de esta manera que no atiende a forma concreta, sino mística y etérea. No es que no pueda estar bien escuchar directamente “Torn & Burnt”, pero resultaría incompleto y mucho menos comprensible para el oyente. Aunque los de mente más abierta no me cabe duda de que apreciarán la imaginación de esta banda y seguro que en un paso inverso buscarán de dónde han salido estas piezas.

Vuelven a arriesgar sobre lo que ya suponía un riesgo, sobre su propia música, que se sale por completo de convencionalismos y que pone a prueba al oyente más inquieto y exigente. Si estás entre ellos y ya has disfrutado de su música esto es un nuevo reto para tu capacidad de absorción de música fuera estereotipos, consiguiendo el objetivo, dejando una nueva visión de sus propios temas en la que indagar vuelve a ser una aventura apasionante. No se conforman con romper fronteras, sino que sobrepasan cualquier límite para abrirnos un universo infinito. Ya tenemos dónde indagar y con qué entretenernos mientras esperamos una nueva obra convencional de Obsidian Kingdom. ¿Dije convencional?

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)