LEX MAKOTO

(Rojo-Calor-Fuego)

6/10

No suele suceder, pero sucede, que después de llevar un tiempo en este negocio de la música y obtener varios reconocimientos, una banda cambie su nombre (que no de formación, en este caso) y empieza con algo nuevo. Elogiable y arriesgado es. Eso mismo hicieron estos salmantinos hace poco tiempo.

Lex Makoto (nombre que la banda adquirió gracias a un defensor nipón de la libre circulación de pornografía) provienen de manera íntegra de Fistfuck Supershow, banda que se dedicaba a experimentar con sonidos funkys. En esta ocasión la formación toma un sentido más amplio de la música y lo demuestran en temas de corte más rockero, popero e incluso con retazos progresivos.

En estos trece cortes nos presentan su obra llamada «Rojo-Calor-Fuego», que cuenta con Koke Díez como productor (Sex Museum y Los Coronas), con mezclas de Carlos Santos (Another Kind of Death y Terroristars) y masterizado por Nick Litwin (Lori Meyers, Vanexxa o Lápido).

El trabajo empieza con un tema instrumental que alterna distintos tipos de cuerda que nos desvela el sonido característico del cuarteto. Tema muy acertado para iniciar un disco para meternos en harina es «Animal». El esquema de la banda está muy predeterminado a lo largo de este larga duración. Pero sorprende gratamente este corte, al ser un resumen de lo que nos vamos a encontrar durante este viaje musical. En «Club De Olvido» seguimos una tónica positiva y enérgica, bajando la calidad musical en temas como «El Nido» o la estrambótica «Cucumber Nauta». Pasamos de » Ivana Tramp» al slide guitarrero de medio tiempo «Baby Robot». En «No es Cansancio» nos muestran terceras voces y tonalidades más graves que nos hacen cavilar y dar una vuelta de tuerca al cd. «Artista de Pas » y la breve y cañera «En otra Dimensión» nos van conduciendo al final de este larga duración.

Con un sonido más calmado y popero nos adentramos en las dobles cajas de «Moksa», cuya tonalidad de voz entra en un proceso demasiado repetitivo y aburrido. Salvan el tema los geniales cambios de ritmo de un gran batería y una guitarra mucho más que acertada. Con «Miedo a Respirar» (tema muy similar al primer corte en todos los sentidos) se despiden, aunque les quedará un último corte instrumental y sin mucha repercusión en lo que atañe a la obra.

En definitiva, una banda con bases y esquemas muy marcados, de los que no salen en ningún momento del disco. En ocasiones resultan demasiado repetitivo todos estos parámetros similares. Destacar de manera notoria, la labor de guitarra y batería. No obstante, es más que meritorio el estilo tan particular con el que afrontan sus ideas musicales y las logran plasmar en directo, que ofrece mucho más que su plástico.

MIGUEL VILUMBRALES (mikediamond@terra.com)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Lengua Armada