Social Distorsion + Sex Museum + Durango Riot

SOCIAL DISTORTION + SEX MUSEUM + DURANGO RIOT

06 – 06 – 09

Barakaldo (Rock Star Live)

En primer lugar pido disculpas a Durango Riot y a Sex Museum, así como a todo aquel que se quisiera informar de sus actuaciones mediante este medio, por no poder llegar a tiempo. Un lamentable percance acontecido en el trayecto que separa la sala de los estudios de Zopinpa Irratia, de los cuales salíamos tras una nueva edición de nuestro programa radiofónico, obligó a quien suscribe a pasar por comisaria para imponer una denuncia. Tal vez tuviera algo que ver con El Maligno en una fecha que contenía tres 6, aunque el último estuviera invertido. El caso es que mientras yo hablaba con la Ertziantza Durango Riot descargaban una corta actuación que supo a poco según las informaciones que recalamos.

Por suerte pudimos ver algo de los ya veteranos Sex Museum, a los cuales nunca había visto en directo tras tantos años rulando por un sinfín de escenarios y que tenía muchas ganas de ver, aun sin ser muy seguidor de ellos. Lo que nos encontramos en el recinto fue una banda repartiendo rock a mares ante una entrada fantástica. Ni qué decir que la gran mayoría había ido a ver a la banda principal exclusivamente, pero no le quedaron más huevos al respetable que moverse ante un grupo que sobre el escenario está en su casa. Y a ese calor nos cobijaron durante su tiempo de actuación, que se volvió a hacer corto y que nos dejó un regusto impagable de añejo rock & roll. Dejaron el recinto muy caldeado para que Social Distortion se pusiera las pilas.

Sin embargo, Mike Ness no debió ver la actuación que le había precedido porque, ante un público que se mostraba entregado desde que él pisara las tablas con un sombrero que poco duró en su cabeza, se le notó bastante apagado, con unos músicos acompañantes que son una mera comparsa ante el líder de una banda que si no lleva su propio nombre es porque el pasado del grupo tiene la firma de otros músicos. Él es el único que sale de su posición para acercarse a ambos flancos del escenario sin mayores signos hacia su público que su incontestable imagen. La otra parte, la actitud, debió quedar hoy en camerinos.

Parecían predispuestos a no dar descanso cuando aparecieron con un arranque que tuvo intensos momentos prometiéndonos sudar de lo lindo esta noche con una de las leyendas del punk rock de sabor americano. Nos llevaron a sus inicios con “The Creeps”, aunque la respuesta iría aumentando entre las primeras filas con “Mommy´s Little Monster” o con “Sick Boy”, tras el cual Ness se dirigía por primera vez a nosotros para saludarnos. Pasábamos a algo no tan clásico como “Don´t Drag Me Down”, pero para que la cosa no decayera la mítica versión de Jhonny Cash, “Ring Of Fire”, hizo cantar a la práctica totalidad de la sala. Hasta ahí vimos lo mejor de un concierto que se tornaría lineal con temas como “Reach For The Sky” y “Higway 101” a los que continuaron un par de temas nuevos de un anunciado nuevo disco, que provocaron muy poco entusiasmo. No me pareció que los seguidores tuvieran muchas ganas de nuevo material, aunque tampoco Mike Ness puso mucho de su parte con las presentaciones. Llagamos a un momento en que incluso terminé aburriéndome mientras que seguían cayendo temas. “Ball And Chain” puede ser de las que rescate, provocando saltos, que ya se nos estaban olvidando, pero lo cierto es que encarando la recta final del concierto no percibí desde las tablas mayores ganas de seguir sobre ellas que de marcharse lo antes posible. Solo una sensación. Y es que resulta que con “Nickles And Dimes”, donde brilló el clásico sonido de teclado, el grupo se despedía demasiado pronto en un concierto en el que hasta el momento 13 temas nos sabían a poco.

Evidentemente quedaban los bises, pero esta noche parecía que con cumplir valía. Aunque provocaron tímidos oes propios de las noches de conciertos triunfales, como una exhalación pasaron por allí temas de la talla de “Prison Bound” y “Story Of My Life”, que puso un final un tanto feo a pesar de que los intachables seguidores echaron el resto con mucho movimiento. El grupo desapareció casi antes de terminar de tocar sin un solo gesto ni mirada a los que se habían volcado con ellos. Como un trabajador que se quita su buzo después de la jornada, así dejaron ellos los instrumentos en el escenario.

Pude compartir opiniones tras la descarga muy encontradas. Desde los que comentaban que esta era la ocasión en que peor les habían visto hasta los que habían flipado en colores. Yo por mi parte tengo que reconocer que no soy un fanático de los de California y ni siquiera puedo compararlo con ninguna otra ocasión, puesto que esta es la primera vez que les veo en sus 30 años de recorrido en los que nadie pone en tela de juicio su grandeza y su innegable influencia. Lo que sí tengo claro es que no son lo que son por conciertos como el que os acabo de describir y los logros no terminan con su consecución, sino que hay que seguir defendiéndolos. Veremos si su nuevo trabajo anunciado para este año demuestra que es así.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)