CRÍTICA: LA FUGA – MÁS DE CIEN AMANECERES
LA FUGA
(Más De Cien Amaneceres)
7/10
Pese a que “Raíces” fue el primer disco con la nueva formación de La Fuga tras el cisma creado tras la salida de Rulo y Fito de la banda, seguro que muchos seguirán mirando con lupa lo que expongan los de Reinosa en este nuevo “Más De Cien Amaneceres”. De hecho, para la consolidación de los nuevos componentes puede ser un disco incluso más importante, al contar de nuevo con un cuarteto asentado que ha podido implicarse totalmente en esta grabación. Pero tampoco es cuestión de presionar en busca de agradar. La Fuga no lo necesita para hacer lo que han venido haciendo desde que debutaran con “Mira” en 1998, un rock con marca propia que parece salirles con la misma naturalidad que el común de los mortales desempeñamos cualquier labor cotidiana. Nuevamente eso se refleja en este disco con el estilo del grupo presente desde el primer al último tema.
Sin embargo, con diez discos a sus espaldas la banda no se estanca. Han buscado a Iker Piedrafita para la producción en El Sótano de Artika, buscando un matiz diferente al que habitualmente sacaban de Sonido XXI. Un cambio que puede ser buscado para no perder esa frescura de unos temas que no son más que simple rock & roll, accesible, sencillo y directo a cargo de una de las bandas que con estas premisas más seguidores han cosechado en los últimos años.
Sin meterme en la piel de lo que sus seguidores más fieles piensen en la actualidad sobre ese tormentoso momento previo a la estabilización de la nueva formación y lo que con ello haya podido cambiar en la banda, lo cierto es que este nuevo trabajo de La Fuga me ha causado una grata sensación. Y lo digo desde el plano más objetivo posible, quedándome con este disco como tal y dejando atrás comparaciones con trabajos llenos de clásicos para sus seguidores. Seguro que “Más De Cien Amanaceres” sigue aportando temas imperecederos. El tiempo dirá cuales quedarán como tal en el futuro. Lo cierto es que de primeras la variedad le da una vida rebosante a la obra. Y eso engancha a la escucha de los 11 cortes del disco.
La declaración de intenciones “Ser Yo Mismo” es ideal para asentar las bases desde el principio. Aunque ellos lo han metido en un tono sentimental, lo podemos aplicar a otros ámbitos de la vida. El primer single es “Lunes De Olvido”, con excelente estribillo y totalmente identificativo del estilo de la banda. “Mi Perdición” y “Maldita” parecen ir unidas. Mientras que la primera es un tanto más positiva, la segunda representa una especie de cambio de tornas en una relación. “Camarote” tiene un toque de rumba que hace mover a cualquiera. Como contrapunto tenemos un “En Los Huesos” con una letra social muy dura. No es el tono habitual de la banda, pero también se cabrean, como queda reflejado. Como tema lento del disco tenemos un “Trastienda” que transcurre en un tic tac que nos mete en un ambiente muy íntimo. Lejos de ser una balada al uso queda como una especie de nana llevada al rock particular de La Fuga. Si muchos siempre le hemos colocado la influencia de Platero y Tú como la más cercana, comprobamos en “En El Tejao” que Extremoduro también les ha dejado mucha huella. Al fin y al cabo todo es rock, y eso es lo que trasluce de estos riffs de guitarra que en “Un Año De Resaca” fluyen desde la sensibilidad a un plano más duro y en “A Quemarropa” se vuelven mucho más clásicos. Y para terminar la obra se reservan un “Sin Ti” que abarca muchas de la características de La Fuga en un tema con gran estribillo pero también muy trabajado en su estructura.
Es el décimo disco de La Fuga y a estas alturas la banda se sigue reafirmando en el estilo que los ha distinguido en nuestra escena. Pero lo hacen sabiendo a la vez dar la sensación de que hay más que ofrecer, como demuestra un disco con 11 cortes marcados por unos cánones ya conocidos para sus seguidores pero a los que se les puede sacar un jugo diferente en cada uno de los casos. No debería defraudar a nadie.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Produlam Records
