CRÍTICA: ESTAMPIDA – CROWD CONTROL: THE JAWS OF WAR

ESTAMPIDA

(Crowd Control : The Jaws Of War)

8/10

Tras el salto que dieron en el nivel de calidad con su anterior “Brainwahsers” Estampida tuvieron que afrontar el reto de la marcha de su cantante Gerardo Valenzuela. Tan sensible cambio fue suplido por su hermano Lucas, que hasta ese momento se hacía cargo principalmente de las labores de bajo y ahora pasaba a ser el bajista y cantante. Los directos de la banda corroboraban que el grupo quedaba así perfectamente cubierto, con un sonido que se hacía más embrutecido con la nueva voz principal. Si ellos partían de la dureza, aunque con guiños que recordaban por momentos a un heavy metal más tradicional, con el tiempo su estilo se hizo más netamente thrasher. Pues ahora están colindando con el death metal en muchos puntos de su sonido.

Que el grupo seguía haciendo bien las cosas pese al contratiempo de ese cambio de vocalista quedó de manifiesto ante el interés del sello italiano Nadir Music por grabar y editar su tercera obra. Una oportunidad que no dejaron pasar los argentinos afincados en Bizkaia que este verano se marcharon hasta Italia para grabar con Tommy Talamanca (Sadist) en los Nadir Music Studios este disco que tenemos en las manos.

Antes que eso, en mayo nos llegó un nuevo tema que aparecería en ese tercer disco. Se trataba de “Insane”, grabado junto a una nueva versión de “Brainwashers” con la actual formación en los Koba Studios de Bilbao con Sampe. Finalmente ambos temas aparecen en esta obra como bonus track y así el grupo se ha permitido grabar 11 temas más para este “Crowd Control : The Jaws Of War”. Un trabajo que aumenta la intensidad, la fuerza y la rabia con respecto a sus anteriores discos.

Una cosa que me ha sorprendido es cómo Lucas Valenzuela ha trabajado el aspecto vocal en busca de sus registros más rabiosos. Hemos visto que él tiene la capacidad de cantar de una manera mucho más gutural, pero este tono refleja el odio que tiene un disco con cuyo título y  portada podrás intuir que vuelve a atacar a los que normalmente atacan a la sociedad sin miramientos. Así vemos hoy en día los resultados a nivel global.

El disco tiene un  inicio que descuartiza. Los primeros 5 cortes son incontestables. Prepárate para la agresividad de “Crowd Control”, que te parte directamente en dos. Es un tema muy directo, el más directo del disco, sin embargo posee una parte más oscura donde el tema se ralentiza y un aporte de voces limpias que le dan detalles que pueden pasar un  poco desapercibidos ante ese riff tan característico. Un riff que se clava en tu mente.

A partir de aquí hay temas que en el plano musical van ofreciendo algunas pinceladas más. Como el caso de “The Business Of The Gods”. Donde apreciamos una endiablada velocidad y cambios de ritmo que a Gaston Reto le ponen a prueba, pero también a nuestra capacidad de similar tralla de la buena. La capacidad de transmisión y la contextualización de lo que un tema trata queda de manifiesto cuando conectamos con “Channel N Bullshit”, el juego de guitarras que aquí nos brindan los hermanos Juan y Franco Sarlinga es fantástico.

La explosión de creatividad de la obra llega con “Is There Anybody Out There?”. Creo que es el tema más completo del disco. Donde los músicos reflejan muchas variantes de su estilo. Desde tramos veloces, punteos y riffs de guitarras logrados, hasta voces limpias, que se convierten en himno inmediato, posee este corte. Para algunos puede resultar un tanto menos agresivo por el hecho de encarar este tipo de matices que tienen un guiño a otro tipo de heavy metal, pero lo cierto es que es un tema que continúa con la aniquilación imparable.

El tramo de inicio que no deja títere con cabeza se culmina con “Run”. Imaginaréis por su título que se trata de un corte que juega con rápidos ritmos. A partir de ahí el disco ofrece detalles diferentes. Hay dos temas con dedicatoria especial a personas afines a los miembros del grupo que se han ido para siempre recientemente. Aunque la generalidad sea otra, también hay amor en este disco extremo. El primero de ellos es “Just Call Me Death”. Un homenaje en el que con ese aire oscuro y sigiloso ejemplifica muy bien como esa Muerte llega sin avisar. En el aspecto musical nos deja algunas guitarras más melódicas, pero sigue siendo un tema muy contundente, aunque de cadencia más pesada.

Pero Estampida va por otro lado de la agresividad, sin centrarse exactamente en ningún estilo concreto. Así lo muestran “Act Of God”,  “Jaws Of War” o “Ironic” que me recuerda al thrash metal alemán. Sin embargo, ellos no se encasillan y ofrecen simplemente lo que sus sentimientos piden, como comprobamos en “We´ll Wait Together”. Si no os esperabais una balada os equivocabas. Esta pieza es un lamento lanzado al aire en forma de música de nuevo recordando a un ser querido. Lucas cambia el registro y, aunque no es un vocalista para este tipo de voz, sabe transmitir junto al lloro de su banda en un tema muy especial dentro de la obra. Para dar cera ya nos dejan temas como un “I.R.B.A.” que me hace volar la imaginación y ver bestiales pogos en sus directos en esas partes más rápidas.

Aquí la obra se cierra con un minuto de silencio hasta que llega el primer bonus “Insane”, al que esa condición de extra no le debe quitar importancia, porque es una canción con un gran potencial que marca ese giro brutal de la banda para llegar a la actualidad. “Brainwashers” ya la conocíamos, pero está bien para enlazar con sus obras pasadas a quien conozca a la banda con esta nueva obra que le debe abrir nuevas puertas. Aunque haya sido remozado con un nuevo toque en la nueva grabación.

La obra es fantástica para todos los amantes del thrash death, sin reminiscencias a bandas concretas, sino dejando actuar a la propia garra que estos chicos llevan dentro. Así queda una obra rabiosa, con algunos tintes más oscuros, pero sobre todo con mucha tralla. Se han trabajado mucho ritmos, voces y guitarras para generar esa sensación de odio hacia todo lo que dirige a esa humanidad, la peor enemiga de sí misma. Así reza esa lápida de la portada sostenida con cadenas por esos estamentos representados de evidente manera. Sin embargo, nos quedamos con el mensaje de positividad que encontramos a la vuelta del libreto. De las cenizas del mundo una nueva esperanza llegará. Una excelente obra que también se adorna y expresa por fuera.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Nadir Music