TONY NOGUERA

(Secrets Of Paradise)

5/10

 

Tenemos aquí el proyecto de un guitarrista que de momento poco ruido ha hecho, aunque a tenor de lo que escuchamos en “Secrets Of Paradise” no cabe duda de que el nombre de Tony Noguera tiene que acabar cobrando algún lugar de relevancia en la escena musical. Nos encontramos ante un disco netamente instrumental en la que el propio Tony se hace cargo también del bajo y la batería, dejando constancia de unas dotes muy trabajadas, perfeccionadas al máximo nivel. Ahora bien, saber tocar a este nivel es una ventaja, pero si no se acompaña con experiencia también puede acarrear errores como los que se han cometido en el disco.

Si estos ocho cortes los dividiéramos en dos caras, como si de una casete se tratara, me quedo con la segunda. De hecho, los cuatro cortes finales salvan al disco de una quema que iba a ser segura. Lo estaban certificando a cada paso temas como “The Crystal Sphere”, en la que la influencia Satriani es tal que pereciera que el único objetivo aquí fuera emular a un ídolo. Ahora bien, por lo menos teníamos a lo que agarrarnos, porque llega “Your Fantasy” y nos encontramos con una fusión de rock y jazz que no sabemos muy bien a dónde nos lleva. Las notas comienzan a emanar a la deriva, pasando de un comienzo suave de guitarra rockera a una fusión que sigue llevándonos a cambios de ritmo continuos sin encontrar a la composición ni pies ni cabeza. Y “Lord Of Time” todavía es una pieza más enrevesada, de casi 10 minutos de duración, con fragmentos cortos entre los que hay algún momento en los que parece que nos encontramos con algo tangible, pero que finalmente se torna en un tema en el que mostrar el virtuosismo de Tony con todos los instrumentos y no en una composición destinada a ser disfrutada por cualquiera. Y no entiendo muy bien por qué se parte en dos, porque a la mitad pensé que comenzaba otro tema y resulta que seguimos envueltos en lo mismo. Después de esto, el más corto “The Could Grown Dark”, de nuevo en clave de jazz, no se sabe muy bien si es un corte nuevo o una repetición de uno de los pasajes escuchados.

El disco da un vuelco en “Forever” en el que por fin entiendo a las guitarras tratando de transmitir un sentimiento con tan solo unos acordes limpios, todo lo contrario que el siguiente “Storm”, más rítmico que los anteriores y muy potente. Su título ya dice bastante. Del batiburrillo en el que nos habíamos metido salimos a dos temas que además de calidad tienen sentimiento y demuestran variedad. En “Mystery” seguimos escuchando hablar a la guitarra, con acento andaluz, ya que es un tema donde el artista saca a relucir esa vena (el disco nos llegaba de Sevilla). El final “Twilight” denota una mayor melodía y la guitarra nos muestra un camino en el que no nos perdemos, cosa que en algunas partes del trabajo es imposible.

Si Tony Noguera pretende dejar con la boca abierta a quien escuche este trabajo, lo hará. Es una demostración de virtuosismo en toda regla y de que tiene las armas para tocar lo que quiera con las seis cuerdas. Pero un disco de rock, según mi criterio personal, no debe ser una demostración sino una ofrenda al oyente que le haga emocionarse. Para lograr eso está claro que es mejor contar con la capacidad, que Tony Noguera deja bien clara, pero, si se queda encerrado en ella, no logrará el objetivo final. Hay momentos en los que siento que este trabajo es más una clase instrumental que un disco para el público. Menos mal que también ha habido lugar para dar otra versión de sí mismo y seguro que en el futuro habrá más oportunidades, porque da pie a esperar mucho.

ANTONIO REFOYO

 antonio@lamiradanegra.es

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Disco autoeditado

Página web: www.tonynoguera.com